Con motivo del Congreso de Enfermedades Cardiovasculares, la Sociedad Española de Cardiología (SEC) alertó que la crisis económica debe considerarse un factor de riesgo cardiovascular de primer nivel.
La organización ha indicado que es necesario “tomar medidas de manera inminente para evitar el empeoramiento de la salud cardiovascular de los españoles”.
Varios estudios, realizados en Grecia, Argentina e Islandia –donde estalló la crisis antes que en España–, demuestran la relación entre la recesión económica y la incidencia de infartos y el aumento de emergencias por causa cardiovascular. Asimismo, en los trabajos se ha comprobado la relación inversa entre el producto interior bruto (PIB) y las tasas de mortalidad vascular.
“Teniendo como prueba los resultados de estos análisis y los efectos de la recesión económica en España, es de esperar que las situaciones que relatan estas investigaciones puedan también producirse aquí”, ha destacado José Ramón González-Juanatey, presidente de SEC.
Según el médico, estos datos “hacen imprescindible tomar medidas de forma urgente para evitar la misma situación en nuestro país”.
Desde la organización señalan que el descenso continuado de la renta per cápita, el aumento de los índices de pobreza, el incremento de la precariedad laboral (siendo el país con mayor índice en Europa) o la disminución del gasto sanitario (un 13,65% en 2012) son los factores que pueden desencadenar la peligrosa situación.
Mejor asistencia y prevención
Otro estudio elaborado por el departamento de Trabajo Social de la Universidad Internacional de la Rioja, publicado recientemente en la Revista Española de Cardiología, destaca que en los últimos 30 años la población española ha aumentado en más de seis años su esperanza de vida.
En concreto, de esos seis años, más de la mitad –3,8 años, un 63% del total de aumento– se deben a la mejora en la atención de la enfermedad cardiovascular.
Para los expertos, “es necesario llevar a cabo iniciativas para que la esperanza de vida en España siga aumentando, o al menos se mantenga, tarea difícil de conseguir debido a la los recortes en programas sociosanitarios”, ha comentado González-Juanatey, quien también ha incidido en la necesidad de desarrollar estrategias y programas para mejorar la calidad asistencial en medicina cardiovascular.