El cambio climático también repercusiones sociales, las que impactan fuerza negativa a las mujeres y las niñas rurales, para las cuales agrava las desigualdades que sufren: carecen de acceso en condiciones de igualdad a la tierra, las finanzas, el equipo, los mercados y el poder para adoptar decisiones, apunta António Guterres, secretario ejecutivo de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en la conmemoración 2019 del Día Internacional de las Mujeres Rurales, que se conmemora cada año el 15 de octubre.
Las mujeres rurales representan la columna vertebral de numerosas comunidades, pero siguen enfrentándose a obstáculos que les impiden desarrollar todo su potencial. Los efectos devastadores del cambio climático se suman a sus dificultades, apunta el representante de la ONU en su mensaje correspondiente a la conmemoración de ésta fecha.
La agricultura -apunta- supone casi un tercio del empleo de las mujeres en todo el mundo. Las mujeres cultivan la tierra, hacen acopio de alimentos, agua y combustibles esenciales, y mantienen hogares enteros, pero carecen de acceso en condiciones de igualdad a la tierra, las finanzas, el equipo, los mercados y el poder para adoptar decisiones.
En este sentido enfatiza que «el cambio climático agrava esas desigualdades y deja a las mujeres y las niñas rurales aún más atrás. Entre 2006 y 2016, el sector agrícola de los países en desarrollo sufrió una cuarta parte de los daños y pérdidas totales por los desastres relacionados con el clima, y las mujeres se ven afectadas de manera desproporcionada en esos desastres».
«Al mismo tiempo, las mujeres rurales son depositarias de conocimientos y destrezas que pueden ayudar a las comunidades y sociedades a adaptarse a las consecuencias del cambio climático mediante soluciones basadas en la naturaleza y con baja emisión de carbono. Como agricultoras y productoras, desempeñan un papel central en la adopción de prácticas tanto tradicionales como modernas para responder a la variabilidad del clima y a perturbaciones como las sequías, las olas de calor y las precipitaciones extremas», agrega.
Por eso pide «escuchar» a las mujeres rurales y «amplificar sus voces» como algo «fundamental para difundir el conocimiento sobre el cambio climático e instar a los gobiernos, las empresas y los líderes comunitarios a no quedarse con los brazos cruzados. Como pioneras de las nuevas técnicas agrícolas, primeras actoras en la respuesta a las crisis y empresarias de la energía verde, las mujeres rurales son una fuerza poderosa que puede impulsar el progreso mundial».
«En este Día Internacional de las Mujeres Rurales, demos un paso real hacia ese futuro apoyando a las mujeres y niñas rurales de todo el mundo», reclama.