“En general, la dieta del mexicano es de baja calidad”, declaró el doctor Juan Rivera Dommarco, director del Centro de Investigación en Nutrición y Salud, del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), durante la presentación de resultados del estudio¿Cómo comemos los Mexicanos?, realizado por la misma institución y la Fundación Mexicana para la Salud (Funsalud), con el auspicio del Fondo Nestlé para la Nutrición.
El funcionario particularizó: 54 por ciento de los mexicanos rebasan el límite recomendado de consumo diario de grasas saturadas, 72 por ciento ingieren la cantidad indicada de azúcares, y 65 por ciento tienen un consumo de fibra por debajo de los estándares deseables (32 gramos diarios).
En general, los micronutrientes (vitaminas y minerales) son inadecuados, agregó el director de la investigación, aunque en las zonas rurales del país hay un menor consumo de azúcares adicionados, grasas saturadas y fibra en comparación con las áreas urbanas.
Además, el 64 por ciento de la población obtiene el 10 por ciento de su energía a partir de grasas saturadas, mientras que el 72 por ciento la adquieren además de azúcares añadidos (como las bebidas carbonatadas), “con lo cual aumentan los riesgos de padecimientos como sobrepeso y obesidad”, puntualizó el doctor Rivera Dommarco.
Por ello, recomendó a la población reducir a la mitad el consumo actual de calorías discrecionales (bebidas azucaradas, alimentos altos en azúcar y/o grasas con alta densidad energética), elevar el consumo de frutas, legumbres y pescado, así como preferir la ingesta de cereales integrales.
Para conocer los hábitos alimenticios de la población, Funsalud realizó el estudio tomando una muestra de 50 mil hogares rurales y urbanos, lo que significó casi 100 mil mexicanos.
Preocupante, la población infantil
De acuerdo con el mismo estudio, en México dos de cada 10 niños no desayunan, problema que es más marcado al norte y occidente del país. En tanto que los adolescentes, en promedio, realizan su primera comida del día a las 10 de la mañana omitiendo muchas veces el desayuno.
Por otro lado, se destacó que los menores de 14 años adquieren su información nutrimental de la televisión. “No desayunar implica que niños y adolescentes no tendrán un óptima crecimiento y desarrollo escolar y tendrá efectos negativos en la salud física y mental cuando lleguen a edad adulta”, señaló Teresa Shama Levy, jefa del Departamento de Vigilancia de Nutrición del INSP.
Sobre la alimentación en los más pequeños se informó que sólo 14 por ciento de las madres reportaron dar pecho exclusivo de los cero a los cinco meses de edad; en los primeros seis meses de vida, uno de cada seis niños en población urbana es alimentado únicamente con leche materna, en tanto el 93 por ciento de los recién nacidos la reciben y su consumo disminuye conforme crecen se incluye también en su dieta un 25 por ciento de otros alimentos.
En la presentación del estudio, que tuvo como marco la celebración del XXI aniversario de Funsalud, la secretaria de Salud, doctora Mercedes Juan López, dijo que los resultados de este estudio contribuirán a las acciones de la Estrategia Nacional para la Prevención y Control del Sobrepeso, la Obesidad y la Diabetes, impulsada por el gobierno federal.
“Una buena alimentación es la base para una población sana alejada de obesidad ydiabetes. El segundo pilar para prevenir estos padecimientos es la atención médica, pero también dependen de la actitud de los pacientes para cambiar y seguir una dieta y actividad física”, indicó.