MNCN / SINC. Las sequías aumentan en el hemisferio norte, y este cambio supondrá un fuerte impacto para los seres vivos. Así lo confirman los modelos físicos que manejan los investigadores ante el cambio climático.
“El aumento de las sequías tendrá consecuencias drásticas en los bosques pero, no sabemos cómo los diferentes ecosistemas harán frente a este aumento de la aridez”, comenta Fernando Valladares, uno de los autores del estudio que se publica en la revista PNAS e investigador en el Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN).
El estudio ha permitido analizar la respuesta de los bosques frente a la aridez. De este modo, los investigadores han verificado si un mayor número de especies arbóreas mejora la resistencia de los bosques a las sequías. Para ello tomaron muestras de suelos y material biológico en 160 áreas forestales que representan cinco tipos de bosques europeos.
«El análisis del isótopo estable del carbono 13C reveló patrones muy diferentes al comparar la respuesta de las especies y los bosques a años secos y años de pluviometría normal. Mientras que en unos casos aumentó la eficiencia en el uso del agua, en otros no, y los niveles de estrés fisiológico difirieron notablemente», explica Valladares.
A mayor competencia, peores efectos
Según el investigador, «en dos de los tipos de bosques (hayedos y bosques caducifolios centroeuropeos) la interacción competitiva entre las distintas especies incrementó el efecto negativo de la sequía en el rendimiento del bosque, mientras que en bosques mediterráneos, o de zonas donde ya se experimentan sequías importantes, la diversidad arbórea tuvo el efecto contrario mejorando la resistencia de los ecosistemas a las sequías», añade el experto.
Los resultados del estudio demuestran que la diversidad de especies ayuda a mitigar los efectos de la falta de agua en ecosistemas como el mediterráneo, que ya es propenso a la sequía. Sin embargo,»la diversidad no garantiza que los ecosistemas forestales de otras regiones del continente, sean capaces de tolerar bien la sequía creciente», concluye el investigador.
Referencia bibliográfica:
Grossiord, Ch., Granier, A., Ratcliffe, S., Bouriaud, O., Bruelheide, H., Checko, E., Forrester, D.I., Muhie Dawud, S., Finér, L., Pollastrini, M., Scherer-Lorenzen, M., Valladares, F., Bonal, D., and Gessler, A.. (2014) «Tree diversity does not always improve resistance of forest ecosystems to drought». PNAS DOI:10.1073/pnas.1411970111