El estudio, liderado por el Área de Ecología de la Universidad Rey Juan Carlos (URJC), ha analizado la contribución de la domesticación de las plantas en el ámbito de la ecología evolutiva.
Los resultados, publicados en Trends in Ecology and Evolution, demuestran que durante la domesticación de las plantas agrícolas, estas han aumentado su capacidad competidora con las plantas vecinas, lo que probablemente va en detrimento de la producción agrícola. Además, el equipo investigador ha encontrado que los residuos vegetales que estas plantas producen promueven ciclos de nutrientes más rápidos que los de los ecosistemas silvestres.
Los científicos proporcionan nuevas ideas que serán de gran utilidad para investigaciones posteriores en el ámbito de la Ecología Evolutiva –que estudia el papel de los procesos ecológicos, es decir, interacciones entre los seres vivos y de estos con su medio, a la hora de determinar los eventos evolutivos–, ya que hasta ahora no ha contribuido sustancialmente al estudio de la domesticación de las plantas.
Según Rubén Milla, investigador principal del estudio y profesor de la URJC: “Esto es preocupante, ya que muchas de las herramientas y los marcos teóricos de la Ecología Evolutiva son directamente aplicables al estudio de la domesticación. Por tanto, el objetivo de este trabajo ha sido poner en valor el potencial que tiene esta ciencia a la hora de contribuir en el avance del conocimiento dentro del campo de la domesticación”.
El estudio demuestra que la evolución bajo domesticación no solo ocurre por selección directa del hombre, sino que tiene otros componentes, entre ellos, el más importante es la adaptación de las plantas al ambiente agrícola, muy distinto del medio silvestre donde sus ancestros evolucionaron.
Esta adaptación puede provocar, entre otras consecuencias como que las especies agrícolas hayan evolucionado hacia plantas con una baja eficiencia en el uso de recursos como el agua y los nutrientes, o que sus defensas anti-herbívoros hayan disminuido de manera drástica en comparación con sus ancestros silvestres.
En este punto, la teoría y los métodos de la Ecología Evolutiva pueden ser útiles a la hora de entender cómo las plantas se han adaptado al medio agrícola. También permitirá facilitar la obtención de nuevas variedades vegetales que usen los recursos de manera más eficiente.
Domesticación de las plantas
Las plantas agrícolas tienen su origen evolutivo en plantas silvestres que habitan diversas partes del mundo, principalmente Medio Oriente, Meso-América, la cuenca Mediterránea, y algunos lugares del África subsahariana y el este Asiático.
Desde hace unos 10.000 años el hombre ha cultivado y seleccionado esas plantas, originariamente silvestres, en el medio agrícola. Estas fuerzas selectivas han hecho que, en la actualidad, las plantas agrícolas sean genéticamente diferentes a sus ancestros silvestres. Se conoce este proceso histórico como domesticación de las plantas. Dada su relevancia, la domesticación ha sido profusamente estudiada. Las ciencias que más han contribuido a su conocimiento han sido la Arqueología y la Genética.
Referencia bibliográfica:
Milla, R; Osborne, C; Turcotte, M; Violle, C. «Plant domestication through an ecological lens». Trends in Ecology and Evolution 30: 463-469. septiembre de 2015
(URJC/SINC)