La educación debe sufrir una profunda transformación para adaptarse a la inteligencia artificial


Sandra Isabel Jiménez Mateos *

La educación en la actualidad se encuentra ante la necesidad de transformarse, incluso de una manera radical, profunda, para poderse adaptar a la inteligencia artificial, lo que hace que la alfabetización digital y el pensamiento crítico sean cada vez más importantes en los procesos educativos, apunta la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), en su estudio “Tecnología en la educación: ¿Una herramienta en los términos de quién?”, informe de seguimiento de la educación en el mundo de 2023.

En ese documento se anota que los avances en los métodos de inteligencia artificial aumentaron la capacidad de las herramientas de tecnología educativa, lo que lleva a especular que la tecnología podría llegar a suplantar la interacción humana en la educación.

El estudio se presentó el 26 de julio de 2023 en Montevideo, Uruguay, en un evento organizado por la UNESCO, el Ministerio de Educación y Cultura de Uruguay y la Fundación Ceibal, en el que se tuvo la participación de 18 ministros de educación de todo el mundo.

En el documento de 435 páginas se proponen cuatro puntos para que quienes se encargan de la formulación de políticas y las partes interesadas en la educación, reflexionen, a medida que se despliega la tecnología en la enseñanza.

La educación debe sufrir una profunda transformación para adaptarse a la inteligencia artificial

El documento, a la vez que pondera la necesidad de cambio en las formas de educación por el avance de la inteligencia artificial y en consecuencia de las tecnologías educativas, advierte también que las mismas “pueden tener un efecto perjudicial si se utilizan de manera inapropiada o excesiva”.

“En 14 países, se ha concluido que el mero hecho de estar cerca de un dispositivo móvil distrae a los estudiantes y tiene un efecto negativo en el aprendizaje. Sin embargo, menos de una cuarta parte (de los países participantes en el estudio, que fueron 51) ha prohibido el uso de teléfonos inteligentes en las escuelas”, se anota.

Previamente se apunta que: “Los datos de evaluaciones internacionales a gran escala, como los que ofrece el Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos, sugieren una relación negativa entre un uso excesivo de las TIC (Tecnologías de la Información y las Comunicaciones) y los resultados académicos de los estudiantes”.

Por eso se insiste en que se necesitan objetivos y principios claros para garantizar que el uso de la tecnología resulte beneficioso y evitar posibles perjuicios.

Entre los aspectos negativos y perjudiciales del uso de la tecnología digital en la educación -y en la sociedad también- incluyen (entre otros), el riesgo de distracción y la ausencia de contacto humano.

Es por esto que advierte el documento que la tecnología no reglamentada supone incluso una amenaza para la democracia y los derechos humanos, por ejemplo, mediante la invasión de la privacidad y la incitación al odio.

Ante esto llaman a que los sistemas educativos estén mejor preparados para impartir enseñanza sobre y mediante la tecnología educativa, “una herramienta que debe proteger el interés superior de todos los estudiantes, docentes y administradores”.

Ante estos peligros la UNESCO igualmente considera necesario “compartir más ampliamente pruebas imparciales que demuestren el uso de la tecnología en algunos lugares para mejorar la educación, y ejemplos adecuados de dicho uso, a fin de garantizar la modalidad de impartición óptima para cada contexto”.

Así remarca que los gobiernos deben garantizar las condiciones adecuadas para permitir un acceso equitativo a la educación para todos, regular el uso de la tecnología para proteger a los alumnos de sus influencias negativas y preparar a los profesores.

El informe igualmente pondera que “la tecnología accesible y el diseño universal brindan nuevas posibilidades a los estudiantes con discapacidad”, al igual que también permite acercar la acción educativa a alumnos que de otra forma no podrían acceder a ella.

En este sentido se menciona que alrededor del 87% de los adultos con deficiencia visual indicaron que los dispositivos de tecnología accesible estaban sustituyendo a las herramientas de apoyo tradicionales.

“Este informe recomienda que la tecnología se introduzca en la educación sobre la base de pruebas que demuestren que sería apropiada, equitativa, escalable y sostenible. En otras palabras, su uso debe estar en el mejor interés de los estudiantes y debe complementar la interacción cara a cara con los profesores. Debe verse como una herramienta a utilizar en estos términos”, se remarca.

La educación debe sufrir una profunda transformación para adaptarse a la inteligencia artificial

El estudio de la UNESCO, al reconocer que la enseñanza considerando las tecnologías en surgimiento es aún incipiente, llama la atención de todos los involucrados en los procesos educativos, de la necesidad de invertir más en investigación educativa, considerando a la par que esto no debería ser óbice para su uso responsable, al igual que con una gran multitud de propuestas educativas.

Esto se advierte porque “los docentes suelen sentirse poco preparados y sin confianza para utilizar la tecnología en la enseñanza”.

Sólo la mitad de los países cuentan con normas sobre el desarrollo de competencias relacionadas con las Tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC) para los docentes.

Ante esto la acción con las nuevas herramientas tecnológicas debe ir más allá de la especialización en la propia tecnología, por lo cual se debe ahondar en las artes y humanidades con el fin de “reforzar la responsabilidad, empatía, moral, creatividad y colaboración de los estudiantes”.

Esto remarca a necesidad de una profunda transformación del hecho educativo.

Así, para aprovechar el gran potencial que tiene la revolución digital en lo educativo, también se debe regular su presencia en este ámbito como en lo social.

El uso de la tecnología digital se desarrolló durante los últimos 40 años y es la que tiene un mayor potencial para transformar la educación. A su vera ha surgido una industria de la tecnología educativa que centra sus esfuerzos en desarrollar y distribuir contenido educativo, sistemas de gestión del aprendizaje, aplicaciones lingüísticas, realidad aumentada y virtual, tutoría personalizada, y pruebas. A A esto se le suma que más recientemente, los avances en los métodos de inteligencia artificial aumentaron la capacidad de las herramientas de tecnología educativa, lo que ha llevado a especular que la tecnología podría llegar a suplantar la interacción humana en la educación.

El estudio plantea a los responsables de elaborar políticas educativas la respuesta a cuatro preguntas básicas par el uso de la tecnología en la educación.

La primera: ¿Es adecuada?

En este sentido la UNESCO plantea que el uso de la tecnología puede mejorar ciertas formas de aprendizaje en algunos contextos. En este sentido el informe cita evidencia que demuestra que los beneficios del aprendizaje desaparecen si la tecnología se utiliza en exceso o en ausencia de un docente calificado. Por ejemplo -apunta la organización internacional-, la distribución de computadoras a las y los estudiantes no mejora el aprendizaje si las y los docentes no participan en la experiencia pedagógica.

En ese mismo sentido se anota que los teléfonos inteligentes en las escuelas también han demostrado ser una distracción del aprendizaje y, sin embargo, menos de una cuarta parte de los países prohíben su uso en las escuelas.

“La revolución digital contiene un potencial inconmensurable pero, al igual que se ha advertido sobre cómo debe regularse en la sociedad, debe prestarse una atención similar a su uso en la educación. Se debe emplear para mejorar las experiencias de aprendizaje y para el bienestar de estudiantes y docentes, no en su detrimento. Hay que anteponer las necesidades del estudiantado y apoyar a la docencia. Las conexiones en línea no sustituyen a la interacción humana”, señala Audrey Azoulay, directora general de la UNESCO.

* Investigadora académica del Instituto de Investigaciones y Estudios Superiores

Económicos y Sociales (IIESES), de la Universidad Veracruzana

Niños con aparatos digitales
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