El futuro de la exploración espacial incluye lo que pueden parecer ideas descabelladas, como la colonización de Marte y Luna, pero también el atrapar un asteroide para ponerlo en la órbita lunar con la finalidad de estudiar sus minerales, explicó el astronauta mexicano Rodolfo Neri Vela.

Reconoció que estas ideas podrán parecer “descabelladas”, no obstante puso como ejemplo las investigaciones que realizan actualmente científicos de la agencia estadounidense en el Pico de Orizaba, estudiando una especie de pino que resiste en las condiciones climatológicas y geográficas más agrestes.

Ello se relaciona con los planes de la NASA para la colonización de Marte; dado que se ha confirmado la presencia de hielo, se deduce que hubo agua y es posible generar oxígeno en el planeta para hacerlo habitable. En tal proyecto, dijo, “una de las propuestas consiste en reforestar para que al paso de varios siglos, milenios, la atmósfera soporte la vida humana”.

Otro de los proyectos radica en capturar un asteroide por medio de un vehículo robot para dirigirlo hacia la órbita de la Luna; una vez que sea atrapado por el campo de gravedad lunar será posible enviar misiones tripuladas para que analicen y extraigan minerales del objeto.

“Aunque esto suene a ciencia ficción no lo es, lo que sucede es que las grandes compañías perforadoras ya están pensando en industrializar la minería espacial y por eso tienen interés en que esta misión se lleve a cabo.”

El astronauta Rodolfo Neri Vela estuvo en la Universidad Veracruzana (UV), donde dialogó con estudiantes de distintos programas educativos y los exhortó a que se preparen y aprovechen las opciones de movilidad que esta casa de estudios les ofrece.

“Aquí hay oportunidades y ustedes pueden tener éxito, si alguno tiene la inquietud de hacer un posgrado en el extranjero lo puede hacer sin ningún obstáculo, hay muchas becas para quienes tienen buen promedio”.

Rodolfo Neri Vela, doctor en comunicaciones y académico del Departamento de Ingeniería y Telecomunicaciones en la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), es el primer astronauta mexicano que viajó al espacio el 26 de noviembre de 1985 en el transbordador Atlantis.

En el auditorio de la Facultad de Arquitectura, Neri Vela que su bachillerato lo hizo en el turno vespertino debido a que su padre se encontraba desempleado y para tener un ingreso trabajaba durante las mañanas.

Puntualizó que el momento en que decidió su vocación ocurrió en esta época, cuando le tocó ver por televisión la llegada del hombre a la Luna, el 20 de julio de 1969. No se preguntó acerca de quién era el hombre en pantalla, sino cómo era posible que llegara la señal desde la Luna, “en ese momento decidí que quería estudiar telecomunicaciones”.

Por tal motivo señaló a los alumnos la oportunidad que tienen al estudiar en la UV: “Jóvenes: pónganse las pilas, son seres privilegiados, están cursando una carrera universitaria, son la élite del país, aprovechen el tiempo porque este mundo es una verdadera selva. Los que sobresalen son los que se preparan, quienes poseen decisión y perseverancia”.

En su conferencia “México en el espacio y la exploración del cosmos”, explicó que hace 100 mil años aproximadamente ocurrió la aparición de la especie humana en la Tierra y la ciencia tiene 500 años de edad, “esto es apenas ‘un suspiro’ en la historia de la humanidad, esta historia ha transcurrido por milenios de esclavitud y de considerar a la mujer como un objeto, por suerte eso está cambiando”, apuntó.

“Hemos dado grandes avances durante estos 100 mil años, entre ellos la exploración del espacio, que ha partido desde una duda filosófica, existencial e incluso religiosa hasta las expediciones a otros planetas.”

Neri Vela ganó en 1985 el concurso para obtener una plaza en el viaje del transbordador Atlantis de la Administración Nacional de la Aeronáutica y el Espacio (NASA), y recalcó la importancia del logro ya que “esta no solamente era la única vez que un mexicano iba al espacio, era la primera vez en la historia que un ciudadano de toda Hispanoamérica estaba en una tripulación de la NASA”.

Explicó a los universitarios en qué consistió su formación como astronauta y las características de la misión en que participó, donde hizo experimentos de científicos mexicanos quienes también concursaron para elegir cuáles serían los proyectos que viajarían al espacio.

La mañana del 26 de noviembre despegó el transbordador Atlantis, también llamado orbitador, y en ocho minutos salía de la atmósfera terrestre, alcanzando una velocidad de 28 mil kilómetros por hora y una altitud de 350 kilómetros sobre la superficie de la Tierra, a la que circundaba cada 90 minutos.
Durante una semana, Neri Vela efectuó varias actividades, entre ellas tomar fotografías y germinar semillas en gravedad cero, lo que recalcó a los asistentes ya que hizo mundialmente conocido al amaranto, una de las tres semillas que viajaron al espacio, además del frijol y el maíz. A partir de entonces la producción de amaranto se incrementó en el país a tal grado que incluso al día de hoy continúa exportándose, afirmó.

Finalmente exhortó a los jóvenes a prepararse ya que la exploración del espacio no se detiene y demanda nuevos descubrimientos e invenciones en los que es posible innovar.

Neri Vela

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