Tres nuevos estudios, hechos por sepaado, mostraron que ingresar en ratones de edad avanzada sangre de ratones jóvenes puede hacerles recuperar algunas capacidades físicas y mentales perdidas con la edad. De este modo, se han observado efectos rejuvenecedores en la fuerza muscular, resistencia, memoria y sentido del olfato.

Uno de los estudios, publicado en Nature Medicine, dirigido por Saul Villeda, de la Universidad de California, y Tony Wyss-Coray, de la Universidad de Stanford, es la continuación de investigaciones anteriores que sugirieron que la sangre joven puede estimular el crecimiento de células madre cerebrales y neuronas y que inyectar sangre de ratones de edad avanzada en ratones jóvenes puede tener el efecto contrario, dañando sus habilidades cognitivas.

“Es realmente emocionante”, dijo Amy Wagers del Instituto Células Madre de Harvard, autora de uno de los estudios publicados en la revista Science. “Lo que encontramos significa que hay una coordinación de señales a través del sistema sanguíneo que afecta el envejecimiento en muchos órganos diferentes”.

Este equipo, al igual que el de Lida Katsimpardi, igualmente de Harvard, se enfocó en la proteína llamada GDF11, que en su forma madura es identica en ratones y humanos, apuntó Wagers

El estudio de Saul Villeda y su equipo se presentó en Nueva York el 4 de mayo de 2014, después de que su trabajo, junto con el de las investigadores de Harvard fue publicado este día en la revistas Nature Medicine y Science, respectivamente.

El equipo de Saul Villeda unió los sistemas circulatorios de ratones viejos y jóvenes a través de un procedimiento quirúrgico llamada parabiosis.  De esta forma observaron que los ratones de edad más avanzada unidos a los jóvenes desarrollaron nuevas conexiones entre las células nerviosas del cerebro, a diferencia de los conectados a ratones mayores. Éstos, al recibir la sangre de los jóvenes, produjeron proteínas asociadas a la neuroplasticidad (o plasticiad neuronal), la habilidad del cerebro para organizarse en respuesta a una experiencia. Los ratones jóvenes tenían tres meses de edad, y los mayores, dieciocho.

El hipocampo (la estructura cerebral en forma de caballito de mar) de los ratones más viejos mejoró sustancialmente.

\’Era como si estos cerebros viejos fueran recargados por sangre joven”, dijo Tony Wyss-Coray, profesor de Neurología en la Escuela de Medicina de la Universidad Stanford, en un comunicado.

Los ratones viejos que recibieron la sangre joven durante tres semanas también se desempeñaron mejor en una prueba de laberinto, en la que tenían que encontrar una plataforma oculta en un contenedor con agua, lo cual hicieron mucho mejor que los ratones viejos que recibieron plasma de otro ratón viejo, o que no fueron inyectados. Igualmente estos roedores tuvieron un mejor desempeño en una prueba de congelar un ambiente, donde el miedo duró más en ratones que reconocieron más fácilmente el ambiente.

Aunque se desconoce todavía el componente de la sangre joven responsable de estos efectos, al calentar el plasma antes de la inyección los expertos comprobaron que no se daban los efectos esperados, y puesto que las proteínas se desactivan con el calor, parece que la responsable es una proteína.

En cambio el estudio del equipo de Wagers, encontró  que tanto al conectar los sistemas circulatorios como inyectar una proteína aislada de sangre joven en ratones viejos, estos rejuvenecieron y fortalecieron sus músculos.

Los avances en esta línea de investigación plantean la posibilidad de un solo tratamiento para condiciones como enfermedades cardíacas, neurodegeneración y pérdida de masa muscular, señaló Wagers.

Al incrementar los niveles de GDF11, el ADN de las células madre de los músculos de edad avanzada se recuperaron, las mitocondrias se transformaron en versiones más sanas y los ratones fueron capaces de correr en las ruedas más tiempo que los demás; incluso, aún en descanso, los músculos de ratones más viejos fueron mejorados estructuralmente, y podían generar más fuerza al tirar de una barra.

Wagers y su equipo igualmente hicieron conexiones quirúrgicas de parejas de ratones mediante el sistema circulatorio, enlazando uno de dos meses, equivalente a una persona de 20 años, con uno de dos años, equivalente a un humano de 65 a 70 años.

La observación les llevó a encontrar que los ratones viejos no necesitaban ser enlazados, si no que tan sólo con recibir la sangre de los jóvenes les brindaba mayor vitalidad.

Sin embargo en estudios previos se encontró que la misma proteína GDF11, ayudaba a reducir fallos cardíacos en los ratones mayores, siempre y cuando mantuvieran la conexión con los más jóvenes.

Estas diferencias llevaron a los investigadores a plantearse que en la sangre existen otras sustancias, además de la GDF 11, que actúan positivamente en la transfusión, pero depende de la dosis o el tiempo transcurrido en que se hace la inyección.

En el segundo estudio de Science, otro equipo de Harvard, liderado por Lida Katsimpardi, también transfirió GDF11 de ratones jóvenes en viejos, a través de inyecciones o uniendo sus sistemas circulatorios. Entre sus resultados encontraron que al inyectar la sangre mejoraba la circulación sanguínea vascular, en áreas clave de los cerebros de los ratones viejos.

Observaron también que en la zona subventricular, un área del cerebro relacionada con el olor, al ingresar la sangre joven se mejoró su circulación, estimulando la producción de nuevas células nerviosas, con lo cual el sentido del olfato de los ratones mejoró, revirtiendo la pérdida de esa capacidad asociada a la edad.

“Es posible que el flujo sanguíneo aumentado pueda resultar en una actividad y función neural mayor, al abrir nuevas estrategias terapéuticas para tratar condiciones neurodegenerativas relacionadas con la edad”, señalan en la presentación de su estudio los autores.

Según algunos expertos, todavía es pronto para recomendar transfusiones de sangre humana en personas mayores.

Los tres nuevos estudios son consistentes entre sí, y respaldan la idea de que hay sustancias en la sangre que podrían ser importantes terapéuticamente, dijo Wagers.

Por su parte Villeda simplemente advirtió “no intenten hacer esto en su c

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