Durante los últimos 500 años, Estados Unidos ha sido un lugar de mezcla continua de diferentes grupos raciales y étnicos, principalmente nativos americanos, colonos europeos y africanos, estos últimos llevados por el comercio de esclavos a través del Atlántico. Sin embargo, no se conoce cómo la ascendencia genética de estas poblaciones varía actualmente en las distintas regiones geográficas del país norteamericano.
Un estudio publicado en la revista American Journal of Human Genetics ha analizado los genomas de más de 160.000 afroamericanos, latinos y estadounidenses de origen europeo y ha dado a conocer que la ascendencia genética de estas poblaciones está fuertemente marcada por la historia.
Aunque se ha caracterizado genéticamente a la población de buena parte del mundo, Estados Unidos ha recibido menos atención por parte de los genetistas debido a sus complejos patrones de ascendencia. Además, la relación entre la ascendencia genética y las autodenominadas identidades raciales y étnicas en cada región de los Estados Unidos no se había caracterizado profundamente.
Katarzyna Bryc, autora principal del estudio, señala que el trabajo realizado “no solo revela los fundamentos históricos de las diferencias regionales en la ascendencia genética sino que también arroja luz sobre las complejas relaciones entre la ascendencia genética y la raza y la etnia autodenominada\’.
Para hacer frente a esta investigación, Bryc y sus colegas analizaron variaciones en la secuencia de ADN llamadas polimorfismos de un solo nucleótido en los genomas de 5.269 autodenominados afroamericanos, 8.663 autodenominados latinos y 148.789 autodenominados estadounidenses de origen europeo. Para ello utilizaron muestras de saliva proporcionadas por 23andMe, una empresa estadounidense dedicada al diagnóstico genético. Las más de 160.000 muestras habían sido cedidas por los pacientes tras completar una encuesta y consentir que los datos fueran utilizados con fines de investigación.
Reflejo de las oleadas de inmigración
Encontraron que las diferencias regionales en la ascendencia genética reflejaban acontecimientos históricos, como la temprana colonización española, la reubicación forzada de los nativos americanos en los Estados Unidos o las oleadas de inmigración. Por ejemplo, la ascendencia escandinava se encontró en trazas genéticas en la mayoría de los estados, pero comprendió alrededor del 10% de la ascendencia de los europeo-americanos que viven en Minnesota, Dakota del Norte y Dakota del Sur, donde se registraron oleadas de inmigrantes escandinavos, por ejemplo, en la segunda mitad del siglo XIX.
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En cuanto a la autodenominación de identidades raciales y étnicas, más de seis millones de estadounidenses que se identifican como europeos podrían tener ascendencia africana y hasta cinco millones de autodenominados europeo-americanos podrían tener al menos un 1% de ascendencia indígena.
\’Estos hallazgos sugieren que muchos individuos con ascendencia afroamericana y nativa americana han pasado a la comunidad blanca, socavando así el uso de etiquetas culturales que separan a los individuos en grupos discretos, no superpuestos\’, asegura Bryc, quien añade que en conjunto los resultados muestran que la ascendencia genética “se puede aprovechar para aumentar los registros históricos y para informar sobre los procesos culturales que conformaron a las poblaciones modernas\’.
En el trabajo han colaborado investigadores de la Escuela Médica de Harvard, la Universidad Chapman y el Instituto Broad del MIT (Instituto Tecnológico de Massachusetts, por sus siglas en inglés) y Harvard.
Referencia bibliográfica | |
Bryc, K., Durand, E. I., Macpherson, J. M., Reich, D. y Mountain, J. L. (2014). “The Genetic Ancestry of African Americans, Latinos, and European Americans across the United States”. American Journal of Human Genetics |