Según las estimaciones de la comunidad científica, el uso de carbón para la producción de acero genera al año aproximadamente el 7% de las emisiones globales de CO2 que tienen su origen en la actividad humana.
En la actualidad, es posible sustituir el carbón mineral para la producción de acero por carbón neutro en CO2 procedente de plantaciones forestales, con el fin de mitigar las emisiones y obtener créditos certificados en el marco del Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDS) suscrito dentro del Protocolo de Kyoto.
Esta estrategia de mitigación ha sido adoptada por diversos países, como Brasil, en los últimos años, aunque sus posibles impactos adversos se han pasado por alto hasta la fecha. Investigadores de la Universidad de Queensland (Australia), la Universidad de Vermont (Estados Unidos), la Commonwealth Scientific and Industrial Research Organisation (CSIRO) de Australia y la Universidad Federal de Minas Gerais (Brasil) han cuantificado por primera vez las emisiones de carbono generadas a partir de la producción de acero a través de esta nueva estrategia en Brasil, entre los años 2000 y 2008, y han determinado que ha fracasado.
Según detalla Laura J. Sonter, que encabeza la investigación publicada hoy en la revista Nature Climate Change, la industria siderúrgica brasileña ha utilizado tanto carbón de coque metalúrgico como carbón vegetal procedente de sus bosques nativos.
“El carbón metalúrgico es un combustible fósil no renovable, que genera emisiones de carbono significativas cuando se quema, mientras que el carbón de leña procedente de bosques nativos causa de deforestación y emisiones de carbono por el cambio de uso de la tierra”, asegura la investigadora.
Desde hace una década, la industria siderúrgica brasileña ha ido sustituyendo el coque metalúrgico por carbón vegetal producido a partir del cultivo de árboles. Sin embargo, las mejoras en la infraestructura y la escasez de plantaciones a nivel nacional han originado una mayor dependencia del carbón procedente de bosques nativos, “que emite hasta nueve veces más de CO2 por tonelada de acero que el coque metalúrgico”, apunta el trabajo.
Las emisiones totales de CO2, duplicadas
El CO2 total emitido por la producción brasileña de acero se duplicó entre 2000 y 2008 (de 91 a 182 toneladas métricas) y las emisiones específicas aumentaron de 3,3 a 5,2 toneladas de CO2 por tonelada métrica de acero, a pesar de que la proporción de carbón utilizado disminuyó.
“Hemos demostrado que las estrategias de mitigación del cambio climático deben tener en cuenta todas las fuentes y sumideros de carbono generados a partir de la producción de acero. De no hacerlo, aumenta el riesgo de que las emisiones se produzcan en otro lugar dentro de la industria. Las estrategias de mitigación del cambio climático deben minimizar el uso de carbón vegetal procedente de bosques nativos”, concluye.
Referencia bibliográfica
Sonter, L. J., Barrett, D. J., Moran, C. J., y Soares-Filho, B. S. (2015). “Carbon emissions due to deforestation for the production of charcoal used in Brazil’s steel industry”. Nature Climate Change. DOI: 10.1038/NCLIMATE2515