Tres especialistas en asuntos de interculturalidad respondieron a cuestionamientos relacionados directamente con el tema de la mesa redonda “Conversatorio sobre interculturalidad, sustentabilidad y educación”, llevada a cabo en las instalaciones de la Universidad Veracruzana Intercultural (UVI). Se trata de Laura Selene Mateos Cortés, doctora en Antropología Social por la Universidad de Granada, España, miembro del Sistema Nacional de Investigadores Nivel 1 y adscrita al Instituto de Investigaciones en Educación (IIE) de la UV; Andrés Camou Guerrero, doctor en Ciencias por la UNAM con experiencia en trabajo con comunidades del norte y noreste de México; y Gerardo Alatorre Frenk, agrónomo y doctorado en Antropología por la UNAM, con adscripción al IIE de la UV, en el que impulsa la puesta en marcha de la Maestría en Educación para la Interculturalidad y Sustentabilidad. Para Mateos Cortés, la interculturalidad es un concepto que en América Latina, por diversas razones, ha sido asociado a muchos movimientos sociales y teologías de liberación, cuestiones de derecho de la tierra y demás. Todo ello un tanto distanciado de la dimensión que hoy se le otorga; lo mismo ocurre con la sustentabilidad. Camou Guerrero consideró que las herramientas con que se dota al investigador en el contexto citadino no resultan del todo útiles en el epicentro de las comunidades indígenas, y eso lo comprobó en su relación directa con los rarámuris del norte del país. En opinión de Alatorre Frenk, el tránsito hacia la sustentabilidad debe pasar por un proceso de transformación cultural, y en lo mismo hay una serie de principios que tienen que ver con asuntos de equidad, corresponsabilidad, respeto a la diversidad, integralidad y diálogo. Todos éstos son valores consustanciales. La interculturalidad puede ser un término descriptivo, porque todos vivimos en contacto intercultural. Posiblemente no sea el término más preciso, como posiblemente lo sea el interculturalismo como filosofía, porque la amplia diversidad marca la diferencia y no sólo debe referirse a los asuntos indígenas, aunque para muchos esto resulte en “estirar” demasiado el concepto. Lo que tenemos de fondo es, sencillamente, la relación con “ese otro” aunque el asunto esté marcado por las asimetrías y la injusticia.
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