¿Se encuentran con barreras los padres de estudiantes con síndrome de Down a la hora de escolarizar a sus hijos en España? ¿Qué centros educativos dan mejor respuesta en la actualidad a estas necesidades especiales? ¿Están satisfechas las familias con la inclusión educativa? ¿Cuál es la opinión del profesorado en este ámbito?
Las familias valoran de forma positiva la educación de los centros públicos, pero se quejan de falta de recursos materiales y humanos
A estas y a otras cuestiones ha tratado de dar respuesta un grupo de investigadores de Ciencias de la Educación de la Universidad de Sevilla (US) en un trabajo en el que han participado un total de 218 padres y madres de doce asociaciones de síndrome de Down españolas. Para el estudio se llevaron a cabo además 22 entrevistas a docentes, orientadores y responsables pedagógicos de asociaciones síndrome de Down que ejercen su labor educativa en centros escolares.
Los resultados muestran que los padres del alumnado con síndrome de Down perciben de forma positiva la respuesta educativa que los centros docentes ofrecen a sus hijos, aunque señalan la falta de recursos materiales y humanos como uno de los principales problemas. En esta línea, aunque el profesorado se muestra también favorable hacia la inclusión, consideran que no disponen de la formación, tiempo, recursos y apoyos necesarios para llevar a cabo una educación de orientación inclusiva en las condiciones adecuadas.
España se encuentra entre los países donde menos del 1% de los estudiantes con necesidades educativas especiales está escolarizado en centros específicos. El 99% acude a centros ordinarios, ya que la respuesta educativa suele ser valorada de forma muy positiva por los padres de este alumnado. La elección del centro escolar se realiza en función de los recursos humanos y materiales existentes, siendo los centros de titularidad pública y los centros concertados los que muestran una mayor discrepancia en relación a los apoyos existentes.
Autonomía y motivación
Los profesores reconocen que no disponen de la formación, tiempo y apoyo para dar una educación inclusiva en las condiciones adecuadas
“Tenemos que seguir construyendo la educación inclusiva, ya que ello aumenta la autonomía y la motivación del alumnado con síndrome de Down, frente a la sobreprotección que se venía dando por los padres en épocas pasadas. Es necesario fomentar una educación en un mismo contexto, favoreciendo la relación entre compañeros, y enfocada al desarrollo máximo de sus posibilidades”, destaca el profesor José María Fernández Batanero, coordinador del área de atención a la diversidad de la US, y director del estudio.
Según el trabajo, aunque la educación en términos de atención a la diversidad parece estar funcionando “muy bien” en España, los profesionales demandan más formación especializada que les permita dar una mejor respuesta a las necesidades personales de cualquier alumno. En la actualidad, suelen ser los profesores formados en Educación Especial y Pedagogía Terapéutica los que ejercen de vínculo y de vía de comunicación entre la familia y el centro educativo, frente a la figura tradicional del tutor que generalmente tiene menos habilidades en este ámbito.
“Vivimos en una sociedad diversa donde hay necesidades educativas diferentes a las que hay que atender cada día y para la que nuestro profesorado debe estar preparado y adaptado a los nuevos tiempos”, dice Fernández Batanero. En su opinión, “a menudo la escuela mantiene metodología del siglo XIX con profesores del siglo XX para alumnos del siglo XXI”.
Este trabajo se enmarca dentro de la tesis doctoral realizada por la investigadora de la US Ana María Benítez Jaén, dirigida por Fernández Batanero.
Referencia bibliográfica:
Fernández Batanero, José María y Benítez Jaén, Ana María. «Educational management of Down syndrome students in educational centres: Family perceptions and teachers». Revista de Curriculum y Formación del Profesorado, 20 (2), 296-311. http://bit.ly/2ijzrHO