Cada día mueren unas 800 mujeres por causas prevenibles relacionadas con el embarazo y el parto. Entre ellas, un 99% de la mortalidad materna corresponde a los países en desarrollo.
Hoy salen a la luz los datos de un trabajo Naciones Unidas que revela que la mortalidad maternal ha disminuido un 45% desde 1990. Así, se estima que en 2013 murieron 289.000 mujeres por complicaciones en el parto, 234.000 menos que en 1990.
Otro estudio publicado en la revista The Lancet Global Health y liderado por un equipo de la Organización Mundial de la Salud (OMS) añade que más de una de cada cuatro muertes por maternidad –60.000 muertes en 115 países– se deben a unas condiciones médicas preexistentes.
Por ejemplo, la diabetes, el VIH, la malaria y la obesidad pueden agravarse durante el embarazo. Estos datos son similares a la proporción de muertes por otras causa como el sangrado severo, responsable del 27% de los casos.
“Estos nuevos datos reflejan un aumento de la carga de muertes por enfermedades no transmisibles. Por lo tanto, eliminar este tipo de mortalidad requerirá de dos
estrategias: reducir las complicaciones relacionadas directamente con el embarazo y vigilar el efecto de las enfermedades no transmisibles en el embarazo”, sostiene Marleen Temmerma, una de las autoras del estudio y directora de Salud Reproductiva e Investigación en la OMS.
Una de sus compañeras en esta organización, Flavia Bustreo, afirma que estos dos estudios subrayan la necesidad de invertir en soluciones como la atención de calidad
para todas las mujeres durante el embarazo y el parto, “siendo necesaria una especial atención para aquellas con condiciones médicas previas”.
Así, los expertos señalan la importancia de disponer de datos precisos. “Necesitamos documentar cada uno de estos trágicos sucesos, determinar su causa e iniciar acciones correctivas con urgencia”, sugiere Tim Evans, director de salud, nutrición y población en el Banco Mundial.
Los resultados del primer estudio
Los nuevos métodos utilizados durante la investigación publicada hoy han mejorado las estimaciones sobre la mortalidad materna que se obtuvieron en 2012.
Once de los países que en 1990 mostraban altos niveles de muertes por maternidad (Bután, Camboya, Cabo Verde, Guinea Ecuatorial, Eritrea, Laos, Maldivas, Nepal, Romania, Ruanda y Timor-Leste) ya los han reducido en un 75%, meta que proponía el Objetivo de Desarrollo del Milenio para 2015.
Sin embargo, según estas previsiones muchos países con ingresos medios y bajos no lograran este objetivo. Es el caso de África Subsahariana, que sigue siendo la región del mundo con mayor riesgo de morir por complicaciones durante el embarazo o el parto.
“Una chica de quince años que viva en África Subsahariana se enfrenta a un riesgo de morir aproximado de uno entre 40”, apunta Geeta Rao Gupta, directora ejecutiva adjunta en UNICEF. “Una chica de la misma edad en Europa tiene un riesgo de uno entre 3.300”.
A pesar de los últimos avances, los expertos señalan que se ha avanzado muy poco en materia de la prevención de embarazos adolescentes, de abortos, de muertes maternales y de enfermedades de transmisión sexual. “Además, hay carencias importantes para que los jóvenes puedan acceder a programas de educación sexual de calidad, sobre todo en los países más pobres”, sostienen.
“Más de 15 millones de chicas de entre 15 y 19 años dan a luz cada año –una de cada cinco niñas antes de cumplir los 18– y muchos de estos embarazos resultan de relaciones sexuales no consentidas”, indica Kate Gilmore, directora ejecutiva adjunta del fondo de población de las naciones unidas (UNFPA, por sus siglas en inglés).
Conclusiones y promesas
Uno de los principales impedimentos para recabar datos precisos sobre la mortalidad por maternidad es la falta de métodos precisos. Una de las causas es que en algunos países pobres muchas de las muertes no se contabilizan, sobre todo aquellas que suceden en casa.
De hecho, los expertos creen que solo se reconoce una tercera parte de todas las muertes del mundo. Menos de cien países recogen la causa usando la clasificación internacional de enfermedades de la OMS.
La Comisión de Naciones Unidas sobre información y responsabilidad de la salud de la mujer y la infancia pretende que los países mejoren los métodos de medición de la mortalidad materna e infantil. Para ello, esta institución exige que para 2015 todos los países hayan tomado medidas para establecer el registro de nacimientos, muertes y sus causas.