Investigadores de Ciencias de la Educación de la Universidad de Málaga han llevado a cabo un estudio que indica que la motivación en el deporte de élite no distingue entre géneros
Los mecanismos físicos y mentales que afectan directamente a la motivación personal cuando se realiza una tarea o un deporte son seguidos de cerca por la comunidad científica. Cualquier práctica deportiva requiere de una intensa actividad, por lo que la motivación juega un papel clave para entender por qué una persona se involucra en un ejercicio y qué aspectos la conducen a seguir practicándolo a más largo plazo, señalan los autores.
El estudio, publicado en la revista Perceptual & Motor Skills, ha puesto el foco en las posibles diferencias en cuanto a motivación que pudieran advertirse entre hombres y mujeres a la hora de afrontar un campeonato de triatlón, un conjunto de pruebas consistente en 1500 metros a nado, 10 kilómetros de carrera a pie y otros 40 de ciclismo en carretera.
En concreto se analizaron las respuestas de 138 triatletas de entre 17 y 72 años participantes en el Campeonato Mundial XTERRA de Maui (Hawái, EEUU) en 2009. Como señala el profesor Iván López Fernández, “el estudio se ha centrado en los mecanismos que se activan tanto antes como durante la prueba, y además se han tenido en cuenta tres tipos de motivación: la intrínseca, aquella que nace del propio individuo; la extrínseca, sujeta a recompensas externas; y la ausencia ambas o desmotivación”.
Sin diferencias destacadas
Tras el procesado de la muestra, el resultado que se desprende de los cuestionarios es que en deportistas de élite no existen diferencias apreciables entre hombres y mujeres si solo se pone el foco sobre el aspecto motivacional. «Hasta la fecha, reconoce López, las conclusiones de este tipo de estudios habían sido muy confusas, pero también es cierto que no se habían tomado como referencia los niveles de competición de los sujetos».
Además, los investigadores destacan que entre los triatletas de élite el premio o recompensa material pasa a un segundo plano, en favor de la propia satisfacción personal tras completar una prueba para la que, en algunos casos, se requiere una preparación de más de cuatro horas de entrenamiento diarias.
Por otra parte, aunque el trabajo pone el foco únicamente en el género, al acercarse a otras variables como la edad o la experiencia, los autores confirmaron el rango competitivo como el más decisivo en el proceso motivacional. No obstante, son cautos a la hora de extrapolar sus conclusiones a otros perfiles de población, ya que, según los expertos, quizá en ciertos niveles de práctica los resultados difieran de los obtenidos en el Campeonato XTERRA.
Referencia bibliográfica:
Iván López-Fernández, Rafael Merino-Marbán y Emilio Fernández-Rodríguez (2014). “Examining the relationship between sex and motivation in triathletes”. Perceptual & Motor Skills, vol. 119, pp. 42-49. 2014.
(UMA)