Las nuevas recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para impedir la expansión del sida han sido publicadas hoy en la guía  Directrices sobre cuándo comenzar a aplicar terapia antirretroviral y profilaxis previa a la exposición del VIH. El texto formará parte del futuro plan previsto para 2016 sobre las nuevas pautas en el uso de este tipo de fármacos para tratar y prevenir la infección.

“Proporcionar un tratamiento antirretroviral (TAR) es la mejor manera de preservar la salud de las personas que viven con VIH. Además, la profilaxis previa a la exposición (PPRE) garantiza que haya equidad en dicha prevención para todos”, señala Chris Beyrer, presidente de la Sociedad Internacional del Sida. “Las medidas que propone la OMS son un hito importante y una señal que espero impulse a actuar a los gobiernos y a la comunidad internacional”.

El énfasis en la aplicación de las TAR en la lucha contra el sida se basa en su eficacia para mantener con vida a las personas que padecen esta enfermedad y reducir el riesgo de que otras personas se contagien. Los fármacos empleados en este tratamiento no eliminan el VIH, pero impiden que el virus se extienda a otras células y, por tanto, detiene su reproducción. Esto logra que la infección no se extienda más y el sistema inmunológico realice su función correctamente.

Por otro lado, la OMS subraya que la PPRE es fundamental para reducir el riesgo de contagio. En este caso, el tratamiento se inicia antes de que la persona se exponga al virus y las medicinas se toman durante un corto periodo de tiempo.

Mark Dybul, director ejecutivo del Fondo Mundial en la lucha contra el sida, ha valorado muy positivamente las propuestas de la OMS: “Las dos recomendaciones son fundamentales para alcanzar los objetivos de tratamiento y prevención. Facilitar el acceso, especialmente en los grupos clave y las chicas adolescentes, se ha convertido en un reto global y requiere todo nuestro compromiso y determinación”.

 

Medidas para salvar a millones de personas

A la hora de alcanzar los objetivos planteados, la OMS señala la importancia de que los países se preocupen por facilitar el acceso a las pruebas y al tratamiento de la enfermedad.

Ampliar el acceso a los tratamientos es uno de los grandes objetivos para 2020 para acabar con la pandemia del sida en el mundo. Gracias a ello, la aplicación de terapias antirretrovirales aumentará de los 28 a los 37 millones de personas que padecen esta enfermedad.

“No podremos acabar con la epidemia si dejamos a un lado a niños y adolescentes”, apunta Craig McClure, director asociado de UNICEF. “Por eso damos la bienvenida a las nuevas recomendaciones de la OMS para ofrecer tratamiento a todos los que lo necesiten, independientemente de su edad, y de recomendar la PPRE como medida de prevención para la gente con alto riesgo de contraer el virus”.

De acuerdo con las previsiones del Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/SIDA (ONUSIDA), aplicar TAR a las personas que padecen la enfermedad y aumentar las opciones de prevención podrían evitar 21 millones de muertes y 28 millones de nuevos infectados para 2030.

(SINC)

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