La orquídea Cypripedium irapeanum –o flor de pelícano, zapatilla de Venus o zapatito– puede llegar a convertirse en un duende que anda entre los bosques, porque cada vez es más cercano el momento en que esta planta, que da una grande y llamativa flor amarilla, se convierta en una historia de fantasía: su población va a la baja.
Por lo anterior, Dalia Esmeralda Hernández Salas, estudiante de la Licenciatura en Biología y tesista en el Orquidario del Centro de Investigaciones Tropicales (Citro) de la Universidad Veracruzana (UV), lleva cabo un censo sobre la población de esta especie en los estados de Morelos y Veracruz, ya que ha detectado que existen muy pocas y que, además, están muy dispersas.
La Cypripedium irapeanum se encuentran en la lista de especies en riesgo de la Norma Oficial Mexicana (NOM-059-Semarnat-2010) con la categoría Amenazada (A), de ahí que Dalia esté interesada en censarla y en procurar su conservación.
Explicó que esta especie es terrestre y cuando es extraída de su medio natural es muy difícil que sobreviva, y esta característica ha provocado que cada vez sean menos las zapatillas de Venus que se observan en los bosques veracruzanos.
“Es difícil poder conservarla como cualquier otra orquídea, porque si es arrancada del bosque en donde se encuentre y después se quiere sembrar en una maceta o en un jardín, las probabilidades de que se sobreviva son pocas e incluso nulas, porque su hongo micorrízico u otra especie de organismo es primordial para su sobrevivencia en su hábitat natural”, especificó la estudiante.
En relación con el censo, detalló que lo realiza en dos regiones: una del estado de Veracruz y la otra en Morelos, y está interesada en averiguar cómo está su medio original y cómo incide éste en su conservación.
Lo cierto es, mencionó, que durante su investigación ha encontrado hasta el momento que esta orquídea de flor color amarillo está en peligro por el cambio de clima, el pH del suelo, la ausencia de árboles y de organismos que están asociados a esta planta, “lo que quiero es seguir investigando y colaborar en su propagación”, expresó.
Al preguntarle si el saqueo tiene relación con la amenaza, Hernández Salas respondió que más que esta acción, lo que ha sido perjudicial es la falta de conocimiento de los pobladores de estas regiones, ya que ellos son quienes las arrancan para tratar de cultivarlas y es cuando la planta muere, sin embargo añadió que “el crecimiento demográfico ha propiciado que el terreno donde crecen se vaya delimitando cada vez más”.
Asimismo Rebeca Menchaca García, coordinadora del Orquidario de la UV, reiteró que el censo es para saber el estado de sanidad, desarrollo y estudio demográfico sobre la población de orquídeas, lo cual resulta interesante porque sólo las han encontrado en pequeños lugares con características físicas especiales.
Otros de los resultados obtenidos del censo son las diferencias físicas; por ejemplo, en Morelos el tamaño de la planta, las hojas y la flor es más grande en comparación con la que se da en Veracruz, además la altura en la que se ubica en Morelos es a 18 mil metros sobre el nivel del mar y en el estado es de 700 metros.
Apuntó que su propuesta específica es de conservación in situ, esto es, involucrar a las comunidades en la conservación de esta especie pero en su hábitat original.
Cabe destacar que por los avances de su investigación vertidos en un cartel informativo, Dalia Esmeralda Hernández obtuvo el segundo lugar en la Feria de la Agrodiversidad celebrada el 18 y 19 de octubre en el Parque Bicentenario de Naucalpan, en el que participaron 104 carteles de investigadores de diferentes universidades del país.
Dalia Esmeralda Hernández Salas