La población con hambre en el mundo aumentará y México no quedará exento, esto como consecuencia de una inflación acumulada en los precios de 2006 a la fecha, de acuerdo con lo expuesto por Luis Gómez, Investigador de la Facultad de Economía de la UNAM, en el XXXIII Seminario de Economía Agrícola del Instituto de Investigaciones Económicas (IIEc) de esa casa de estudios.

Advirtió que el aumento en los precios se debe a un aumento en los costos de producción, transporte, dificultades financieras, económicas y en el abasto de energéticos en el país.

La crisis alimentaria tiene su origen histórico en el abandono del sector agrícola, que de acuerdo con el informe del Banco Mundial de 2007 se ha agravado en los últimos 20 años, a pesar de que existen fondos destinados a impulsar el agro mexicano. Uno de ellos es la Modernización Sustentable de la Agricultura Tradicional, MASAGRO, un programa que conjunta investigadores y agricultores auspiciados por el gobierno de México y entidades internacionales para el rescate de la misma.

El investigador dijo que la seguridad alimentaria -disponibilidad de alimentos, acceso, utilización y estabilidad en la alimentación- desciende para las familias con menor poder adquisitivo. Por ello el actual enfoque de la FAO para combatir el hambre, “busca incrementar el acceso a los alimentos para quienes menos tiene  mediante el desarrollo de agricultura sostenible”.

En Obesidad en México: recomendaciones para una política de Estado (2012) Rivera menciona que una de las consecuencias más graves del desequilibrio alimentario es que las familias empiezan a consumir una mayor cantidad de carbohidratos, lo que genera obesidad y esto crea problemas que más tarde tienen un costo en salud pública.

De acuerdo con cifras de UNICEF 50.6 millones de mexicanos no pueden cubrir las necesidades básicas respecto a salud, educación, alimentación, vivienda, vestido o transporte público, incluso dedicando todos sus recursos a ello. La niñez es uno de los grupos que más preocupan a dicha organización porque entre 2006 y 2008, la cuarta parte de la población infantil del país padeció pobreza alimentaria.

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