La poética nos ayuda a encontrar medios para conectarnos con el mundo, pues por estar más allá del idioma y la cultura, el sentir poético permite una compenetración profunda del ser humano con la naturaleza, afirmó el etnopoeta estadounidense Jerome Rothenberg.

Durante su participación en el Primer Encuentro de Ecocrítica y Ecopoética “En ti la tierra”, organizado por la Dirección General de Difusión Cultural de la Universidad Veracruzana (UV), Rothenberg dijo que si bien la poesía es una forma particular de expresión que varía de lenguaje en lenguaje y de cultura en cultura, el sentido de lo poético está más allá de esas diferencias formales.

“Cada lengua impone restricciones y abre posibilidades para los poetas, sin embargo hay una línea común que sobrepasa las lenguas; la poesía está en un lugar más allá del idioma o la cultura, se encuentra en todas partes implicando un sentido extremadamente complicado en el empleo de materiales y estructuras, así como la manipulación fina o tosca de múltiples elementos. Es al adentrarse en la comprensión de estas estructuras que se pueden descubrir nuevas maneras de ver el mundo”, sostuvo.

Rothenberg, quien es maestro en Literatura por la Universidad de Michigan, recalcó que la decodificación e interpretación del significado de una obra implica el conocimiento de aspectos sociales y culturales, por lo que la labor poética de los pueblos originarios escapa a la total comprensión de quienes tienen una formación académica occidental.

“Si esperas ver simpleza en una obra indígena, seguramente terminarás viendo una obra simple o naif; esto porque en la traducción se pueden enterrar aspectos sutiles y terminar presentando como una obra completa lo que en realidad es sólo una parte de un todo. El problema es fundamental en tanto nos acerquemos a estas obras desde afuera, hecho al que probablemente estemos destinados por siempre a causa de nuestro bagaje educativo.”

Jerome Rothenberg explicó que estas consideraciones fueron planteadas a mediados del siglo pasado por un grupo de poetas que –inspirados por el arte primitivo explorado por las vanguardias de principios de siglo– buscaron acercarse a la poesía de las culturas originarias.

“Los movimientos vanguardistas de inicio del siglo XX, particularmente el dadaísmo, el surrealismo y el expresionismo, se enfocaron en lo que llamaron arte primitivo, las expresiones de pueblos originarios para reforzar su discurso. Basados en ello, en los sesenta y setenta, un grupo de poetas se reunieron para hablar de la etnopoética; ésa fue la apertura de un nuevo campo en la poesía que al propiciar el acercamiento a estas culturas, extendió las fronteras de nuestra propia poesía mediante el acercamiento a la sabiduría de las culturas originarias.”

El autor de Los técnicos del Sagrado: Una gama de poesías de África, América, Asia, Europa y Oceanía, dijo que gracias a su trabajo de vinculación y exploración de la poesía de culturas originarias norteamericanas le fue posible obtener un conocimiento más profundo del entorno natural, pues la obra poética de estos pueblos vincula varias expresiones artísticas si se ve desde el punto de vista occidental.

“Lo que nosotros separaríamos como música, danza, mito, pintura y mística es parte de una sola expresión, la naturaleza colectiva de la poesía primitiva se debe a la gran cantidad de materiales que una sola obra puede incluir, si esto no es siempre evidente, es porque su traslado, traducción o interpretación necesariamente distorsiona aquella parte del todo que pueda ser elusiva, es una cuestión del ángulo en que la obra sea vista”, afirmó.

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