Uno de los mayores enemigos de los astrónomos es la turbulencia en la atmósfera terrestre, que hace que los objetos celestes aparezcan borrosos cuando son observados desde los telescopios terrestres.
Para compensar este efecto, los científicos emplean la óptica adaptativa con espejos deformables ajustados por ordenador. Como referencia se utilizan los sistemas de ‘estrella guía láser’, que consisten en lanzar un potente rayo al cielo y crear un punto brillante a través de la excitación de átomos de sodio a unos 90 km de altura. La luz que vuelve ayuda a descartar la turbulencia del intrumento.
Una de estas ‘estrella guía’ acaba de ser instalada y puesta en marcha con éxito en el Observatorio del Teide, en Tenerife. Se trata de la unidad ESO Wendelstein, desarrollada por el Observatorio Europeo Austral (ESO) e instalada en el marco de un acuerdo entre este organismo y el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), con la colaboración del Gran Telescopio Canarias (GTC) y el Instituto Nacional de Astrofísica (INAF)-Observatorio Astronómico de Roma.
Se trata de la primera proyección de una estrella guía en Canarias, además de ser el primer telescopio con esta capacidad. Gracias a ello, los científicos lograrán imágenes astronómicas casi tan nítidas como si el telescopio estuviera en el espacio. Las campañas de observación comenzarán y se prolongarán durante 15 meses.
Estos experimentos son también un paso hacia el desarrollo del sistema de estrella guía láser para el GTC, que próximamente instalará la misma técnica, y pueden adoptarse para mejorar los sistemas existentes en otros telescopios.
(IAC)