La Lista Roja Europea de Peces Marinos difundida por la Comisión Europea y la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICIN) alerta de que la sobrepesca es la principal amenaza que sufren los peces de los mares continentales. 58 de las 59 especies clasificadas como en riesgo de extinción se ve afectada por esta actividad, así como por capturas accidentales o impactos pesqueros sobre el hábitat.
“Los resultados muestran las enormes repercusiones de la mala gestión pesquera de la UE. El cumplimiento estricto de la legislación es el único modo de garantizar stocks saludables y la propia existencia de la gran diversidad de especies”, afirma Lasse Gustavsson, director ejecutivo en Europa de Oceana, una de las ONGs que han colaborado en el informe.
El grupo en situación más crítica son los condrictios –peces cartilaginosos como los tiburones y las rayas– con el 40,4% de las especies en riesgo de extinción, dentro de las cuales el 39,7% sufren un descenso en la población.
Entre los ejemplares clasificados como amenazados se incluyen especies comerciales de profundidad, como el granadero y la gallineta, meros como el moreno y el abadejo, y peces planos como el fletán atlántico y el rodaballo.
Además de la sobrepesca, la construcción costera, la producción de energía, la minería y la contaminación son las principales amenazas para los peces.
El Mediterráneo, entre las zonas más amenazadas
El informe destaca además que el Mediterráneo es el mar donde se encuentra el mayor número de especies amenazadas, además del litoral oeste de la península ibérica, y las islas portuguesas y españolas cercanas a la costa occidental de África.
La nueva Lista Roja es la evaluación más completa que se ha realizado hasta la fecha e incluye 1.220 especies marinos, la totalidad de los que se encuentran en aguas europeas. En conjunto, el informe señala que el 7,5% de los peces marinos están amenazados de extinción en la UE. No obstante, esta cifra podría ser mucho más elevada, ya que la información es insuficiente para más del 20% de las especies.
Esta falta de datos también afecta a los estudios sobre la tendencia poblacional, pues el 68,4% de las especies no han podido ser evaluadas. De las sí analizadas, el 8,4% se encuentran en declive, el 21,5% son estables y el 1,7% están creciendo.
(SINC)