La vainilla además de ser uno de los aromas preferidos por la población a nivel mundial, es un valioso auxiliar en la prevención de diversos males: como antioxidante, antimicrobiano, anticancerígeno y antimutagénico, apuntó Araceli Pérez Silva, del Instituto Tecnológico de Tuxtepec en Oaxaca, quien respalda sus notas con numerosas referencias y citas hacia estudios procedentes de autoridades médicas.
En sí es una esperanza en la expectativa de prevención contra el síndrome de muerte súbita en bebés prematuros. Indicó que estudios realizados en el Hospital Universitario de Estrasburgo evidencian su impacto positivo en la respiración de los recién nacidos antes de tiempo, al relajar los músculos faciales y facilitar la respiración. Se comprobó debidamente que disminuyen entre 36 y 46 por ciento los peligros de una desaceleración cardíaca.
La investigadora, quien lleva 17 años de experiencia en este campo, ofreció la conferencia “La vainilla, su aroma y otros atributos”, durante el Festival Viva Vainilla 2014, organizado por el Orquidario del Centro de Investigaciones Tropicales (Citro) de la Universidad Veracruzana (UV), explicó que la vainilla nacional se obtiene principalmente de tres variedad de orquídeas: la vanilla planifolia, vanilla tahitensis y vanilla pompona. Sin embargo, sólo dos por ciento de los alimentos en México son aromatizados con vainilla natural, el resto son aromas sintéticos.
“Los totonacos le denominaron xanath, mientrs que para los aztecas era tlixóchitl”, agregó y compartió que en la Chinantla oaxaqueña –región de la que ella procede– se registran tres formas básicas de producción del aromático fruto: acahual (mediante sombra de árboles), a cielo abierto y con malla de sombra.
El desarrollo de los precursores aromáticos se da a lo largo de nueve meses de gestación del fruto, por lo que resulta un error cosechar las vainas prematuramente, mientras que los compuestos volátiles responsables de su aroma natural se integran durante el beneficiado. “Se han detectado más de 200 compuestos volátiles. Los más notorios son la vainillina, el ácido vainillínico, el hidroxibenzaldehído y el ácido hidroxibenzoico”. Añadió que las formas de beneficiado –tradicional o tecnificado– determinan variantes muy notorios en el aroma.
“Si para los aztecas, el chocolate aromatizado con vainilla era señal de poder y riqueza, los europeos lo utilizaban como estimulante del sistema nervioso”, agregó la especialista.
Tras compartir otros datos importantes sobre esta especie, preguntó a manera de reflexión: “Si la vainilla es un producto vegetal de origen mexicano con una gran historia, es fuente natural del aroma más apreciado en el mundo, es un producto bueno para la salud y hay una enorme demanda en el mercado, ¿por qué no apreciarle debidamente?”.