El crecimiento de la vegetación en las latitudes del norte de la Tierra se parece cada vez más a las exuberantes latitudes del sur, de acuerdo con un estudio financiado por la Administración Nacional de Areonáutica y el Espacio (Nasa, por sus siglas in inglés) publicado este semana en la revista Nature Climate Change.

     Un equipo internacional de científicos universitarios y de la Nasa estudió la relación entre los cambios en la temperatura de la superficie y el crecimiento de la vegetación desde la latitud de 45 grados norte hasta el océano Artico. Los resultados demuestran que la temperatura y el crecimiento de la vegetación en las latitudes ubicadas más al norte ahora se parecen a los encontrados en 1982 a entre cuatro y seis grados más al sur.

     «Las latitudes ubicadas más al norte se están calentando. El hielo del mar Artico y la duración de la capa de nieve están disminuyendo, la estación de crecimiento se está alargando y las plantas están creciendo más», dijo Ranga Myneni de la Universidad de Boston. «En las áreas del Artico y boreales, las características de las estaciones están cambiando, lo que está conduciendo a grandes alteraciones para las plantas y los ecosistemas relacionados con esto».

     Los investigadores usaron datos satelitales para cuantificar los cambios en la vegetación en diferentes latitudes de 1982 a 2011. El equipo de investigación encontró que como resultado de un mayor calentamiento y de una más amplia estación de crecimiento, ahora grandes parcelas de vegetación vigorosamente productiva abarcan una tercera parte del paisaje del norte: más 9 millones de kilómetros cuadrados.

     Esta es un superficie casi igual a la del territorio de los 48 estados continentales de Estados Unidos. Este paisaje se parece al existente en 1982 a entre 400 y 700 kilómetros más al sur. El verdor del Artico es visible en el lugar por el incremento de los arbustos altos y de los árboles en todo el Artico circumpolar. El enverdecimiento en las áreas boreales adyacentes es más pronunciado en Eurasia que en América del Norte.

     Un efecto invernadero amplificado está provocando los cambios, de acuerdo con Myneni. El incremento de las concentraciones de gases que atrapan el calor, como el vapor del agua, el dióxido de carbono y el metano, causan el calentamiento de la superficie de la Tierra, del océano y de la atmósfera baja.

     El calentamiento reduce la extensión del hielo marítimo polar y de la capa de nieve y, a su vez, un océano  más oscuro y la superficie de la tierra absorben más energía solar, lo que provoca un mayor calentamiento del aire sobre ellos.

     «Esto pone en marcha un ciclo de reforzamiento positivo entre el calentamiento y la pérdida de hielo marítimo y de la capa de nieve, a lo que llamamos efecto invernadero amplificado», dijo Myneni. «El efecto invernadero puede ser amplificado aún más en el futuro a medida que las tierras del norte se descongelan, liberando cantidades potencialmente significativas de dióxido de carbono y de metano»

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