Sandra Isabel Jiménez Mateos *
El 18 de febrero de 1979 una bolsa de aire frío se situó en la vertical de la frontera de Libia, con Argelia y Túnez. El resultado fue una nevada, la primera que se recuerda en esta zona del Sáhara.
Algunos medios recogieron en sus crónicas cómo «llegó a nevar tanto que paralizó el tráfico de algunas poblaciones».
La estampa de ver un desierto como el del Sahara cubierto de nieve es algo insólito, pero no es una situación tan impensable. En los desiertos los días suelen ser muy cálidos, con temperaturas que pueden llegar a los 50 grados, pero las noches son bastante frías, con mínimas que pueden situarse por debajo de los 0 grados centígrados.
En determinadas situaciones, coincide la llegada de mucho aire frío con humedad, dando lugar a precipitaciones que, de forma excepcional, pueden ser en forma de nieve.
Tras 37 años, se repitió lo insólito y el 19 de diciembre de 2016 La ciudad argelina de Ain Sefra, la ‘puerta de entrada al desierto’ situada entre el extremo norte del Sahara y las montañas del Atlas, amaneció cubierta de nieve.
- Investigadora académica del IIESES de la Universidad Veracruzana