Científicos de la Universidad de Granada evalúan a nivel subjetivo y psicofisiológico las emociones inmediatas que provoca la visualización de imágenes de diferentes tipos de cuerpos femeninos en hombres y mujeres. Las mujeres con bulimia nerviosa reaccionan ante sus propios cuerpos como si fueran un estímulo fóbico, mostrando una respuesta psicofisiológica de paralización motora cuando se ven a sí mismas en una fotografía o en un vídeo.

Un estudio realizado en la Universidad de Granada ha demostrado científicamente que a los hombres les gusta más la delgadez femenina que a las propias mujeres, y les resulta más desagradable y menos atractivo el sobrepeso femenino. Además, las mujeres que están insatisfechas con sus cuerpos se diferencian de las que están satisfechas en que perciben los cuerpos de mujeres “normales” (esto es, con un peso adecuado y saludable) como estímulos amenazantes. En concreto, ver este tipo de cuerpos les provoca sentimientos de desagrado, activación y falta de control, puesto que sienten que no pueden controlar su propio cuerpo para que sea como el que realmente desean tener.

El estudio, realizado por investigadores del Departamento de Personalidad, Evaluación y Tratamiento Psicológico de la Universidad de Granada, ha comprobado cómo las mujeres con alta insatisfacción corporal sienten malestar y vergüenza cuando visualizan fotografías de su propio cuerpo, en especial cuando en estas fotografías ellas aparecen imitando posturas y poses de modelos profesionales. Además, las mujeres con bulimia nerviosa que participaron en el estudio reaccionaron ante sus cuerpos grabados en vídeo “como si el propio cuerpo fuera un estímulo fóbico, presentando una respuesta de paralización o inmovilidad motora y un intenso enganche atencional propio del estado de congelamiento en el que parecen sumergirse”.

 Estudio con 671 estudiantes universitarios

 

Para llevar a cabo este trabajo, sus autores realizaron cuatro estudios experimentales con población universitaria. En total, participaron 671 estudiantes: 550 en los dos primeros estudios (408 mujeres y 142 hombres), 61 en el tercero (28 mujeres con alta insatisfacción y 33 con baja insatisfacción) y 60 en el cuarto (30 mujeres sanas satisfechas con sus cuerpos y 30 mujeres con bulimia nerviosa insatisfechas con sus cuerpos).

Como explica Blanca Ortega-Roldán Oliva, una de las autoras de esta investigación, los cuerpos femeninos de modelos profesionales con peso normal fueron “los mejor valorados por hombres y mujeres, a quienes les provocaron emociones de alto agrado, alta activación y bajo control. Es decir, estos cuerpos con peso normal a la vez que resultaron más atractivos y activantes provocaron una sensación de falta de control, ya que fueron evaluados como cuerpos difíciles de conseguir, e incluso, inalcanzables”.

Por otro lado, los investigadores comprobaron que a las mujeres con alta insatisfacción corporal les afecta negativamente ver cuerpos de modelos normales, valorándolos emocionalmente como “poco agradables, muy activantes y altamente inalcanzables (percepción de escaso control)”. Esto se debe, a su juicio, a que estas chicas “no son capaces de valorar las imágenes tal cual son, sino que en la evaluación de cómo perciben emocionalmente este tipo de imágenes plasman implícitamente su propio sentimiento al compararse con ellas”. Por tanto, ver imágenes de modelos normales hace que mujeres insatisfechas con sus cuerpos activen procesos de comparación corporal y se sientan mal, al valorar que sus propios cuerpos no cumplen con los cánones de belleza que desean.

 

 La mujer ideal española

 

A la luz de los resultados de su estudio, los investigadores de la UGR han probado que el tipo de mujer ideal española no coincide con el ideal de belleza delgado que proponen los medios y que se considera actualmente referente estético y social. Por el contrario, “son los cuerpos femeninos de modelos con peso normal y saludable los preferidos por hombres y mujeres españoles”. Dicha evidencia, tal y como proponen estos investigadores, “debería ser tenida en cuenta por la industria publicitaria y de la moda, así como por los gobiernos, para que se fomente una imagen de la mujer que ayude a prevenir la creciente incidencia de la insatisfacción corporal y los problemas alimentarios asociados”.

Además, la presión social ejercida sobre las mujeres para que estén delgadas podría venir en gran medida de los hombres, ya que ellos prefieren la delgadez femenina y estigmatizan más la obesidad femenina que ellas. “Por lo tanto, parece evidente la necesidad de tener en cuenta los resultados de este estudio en los programas dirigidos a prevenir la insatisfacción corporal femenina”, concluye Ortega-Roldán.

Los realizadores de la investigación

Los integrantes del grupo de investigación “Psicofisiología Humana” de laUniversidad de Granada, autores del trabajo.

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