El cinturón de baja presión en torno a la Tierra donde se encuentran el aire cálido y húmedo de latitudes al norte y el sur se ha ido trasladando lentamente hacia el norte, según un artículo que publica hoy la revista Proceedings of the National Academy of Sciences.
«La llamada zona de convergencia intertropical se ha ido moviendo aproximadamente 1,5 kilómetros por año hacia el norte», dijo a Efe en entrevista telefónica el investigador peruano Francisco Chávez, del Instituto de Investigación del Acuario de la Bahía Monterey, en California.
Ese traslado ha estado ocurriendo desde la llamada «pequeña edad de hielo» -un periodo frío que abarcó desde comienzos del siglo XIV hasta mediados del XIX- y ha estado acelerándose recientemente, según mediciones hechas en los últimos 15 años en la región costera de Venezuela sobre el Caribe.
«El cambio climático ocurre», añadió Chávez, quien advirtió que «no es sencillo determinar en qué grado es un proceso natural o en qué grado resulta del impacto de la actividad humana, del mismo modo que no es uniforme y no todos sus efectos son negativos en todas partes».
«Los estudios paleoclimáticos, que extraen su información del hielo en las cumbres heladas o las capas polares, o en los sedimentos del fondo del mar, nos permiten reconstruir lo ocurrido en el pasado más o menos lejano», añadió.
Cuando el mundo ha pasado por fases más frías las capas polares se han expandido, especialmente la del norte, y todos los centros de baja presión se reorganizaron.
«Los estudios paleoclimáticos nos permiten determinar que esa zona de convergencia estuvo más al sur que su zona normal actual, y lo opuesto se espera cuando el mundo se calienta», agregó y sostuvo que «la zona se traslada al norte».
El movimiento de la zona de baja presión modifica la estructura de los vientos que crean el fenómeno de «afloramiento»», continuó Chávez.
La capa superficial del mar es pobre en formas de vida, más abajo están capas en las cuales se descompone la materia orgánica y se transforma en fertilizante, y en el fondo donde no hay luz no se utiliza ese fertilizante.
Según el investigador, el «afloramiento» promovido por los vientos lleva hacia la superficie las capas más profundas y fertiliza el océano, aumenta la abundancia de algas que producen fotosíntesis y otras formas de vida marina. Asimismo emergen de las aguas más frías del fondo del océano.
«En las condiciones actuales, con el traslado de la zona de convergencia se contrarresta el afloramiento, baja la abundancia de peces como las sardinas», dijo.
Estos cambios siempre han ocurrido de manera lineal, declaró Chávez, que aseguró que «siempre en la misma dirección y de manera gradual».
«Pero los cambios en la vida marina han sido más espectaculares», agregó y matizó que «por ejemplo, aunque el clima va cambiando, no se registran cambios en la vida marina por una década y, de pronto, ocurre una disminución repentina».
«Pensamos que el sistema ecológico reacciona de forma no lineal. Puede soportar cambios pequeños por un tiempo pero llega a un punto de vuelco y las cosas cambian abruptamente. Esto dificulta mucho el pronóstico», concluyó.
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