Las cuotas de género contribuyen a la construcción de la democracia en las naciones donde se instituyen, al abrir, al ámbito público y político, la discusión de temas relacionados con el derecho y la garantía de la igualdad, expuso la doctora Mona Lena Krook.

La profesora de la Universidad de Rutgers, en Estados Unidos, señaló entre los logros de la equidad: el incremento de mujeres en la política; la criminalización de la violencia contra las mujeres; el respeto a los derechos reproductivos; la igualdad salarial y de acceso a los empleos, entre otros.

En su disertación Las cuotas de género a debate, realizada en la Casa Galván, centro de extensión educativa y cultural de la UAM, Lena Mona resaltó el activismo de los movimientos feministas y de las organizaciones de mujeres en la sociedad civil en el logro de esta conquista.

En el caso de México, la investigadora ponderó la reciente reforma de ley que estableció la paridad de género en un 50 por ciento para candidatos; así como la obligación para los partidos políticos de alternar entre una mujer y un hombre en sus listas para las elecciones por representación proporcional.

En el tema de las candidaturas de mayoría relativa, sobresale el hecho de que se  prohíbe incluir a mujeres en distritos perdedores, así como que tanto el propietario como el suplente deban ser del mismo sexo.

Lena Krook destacó el incremento de tres por ciento como requisito del presupuesto del partido que debe ser usado en la capacitación política de las mujeres y la guía para las instituciones políticas donde se explica qué tipo de actividades pueden ser financiadas.

Estas reformas posicionan a México entre los países de América Latina como Bolivia, Ecuador, Costa Rica, Panamá y Argentina que han incrementado sus cuotas de género en 50 por ciento.

En ese contexto nuestro país califica como pionero entre las naciones que reservan cierta proporción del presupuesto de los partidos a la capacitación y entrenamiento de candidatas dentro de los partidos.

Actualmente se refleja, como una norma internacional creciente, la necesidad de promover la representación política de las mujeres; en ese sentido más de 130 naciones tienen algún tipo de cuota que obliga a la selección de candidatas. La mayoría de las leyes fue creada en los últimos 15 años.

La investigadora distingue tres tipos de cuota de género agrupados por regiones: curules reservadas, las cuales son populares en Asia y Medio Oriente; la cuota de partido, en Europa, y las cuotas legislativas, en América Latina.

Si bien la mayoría de las cuotas obliga a un 30 por ciento como sugerencia de la Organización de Naciones Unidas para que las mujeres accedan a una influencia política, la tendencia es de 50 por ciento de representación en cámaras nacionales y en los partidos políticos.

“El impacto ha sido notable en muchos países, tanto que en menos de 20 años el porcentaje de mujeres en los parlamentos se ha duplicado” y si bien la imposición de una cuota no garantiza el mismo número de mujeres electas, esto “se debe a  variaciones en el diseño de la política, los sistemas electorales y de partidos políticos como de la voluntad política”.

La disertación del tema despierta opiniones en favor y en contra: las defensoras de las cuotas sugieren que son necesarias porque con las mujeres en la política habrá un grupo diverso profundizando la democracia y hay mayor atención a los  asuntos de las mujeres en el diseño de políticas.

Lo opositores argumentan que tienen efectos negativos en el sentido de que lleva a la elección a mujeres no calificadas; reducen el criterio de “mérito” en el proceso de selección de los candidatos; beneficia a mujeres de la élite, reproduciendo la misma clase política existente en lugar de contribuir a su renovación y la califican de una medida “artificial” para incrementar su representación.

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