¿Cambia la manera de decidir a lo largo del día? ¿Modula nuestro reloj biológico, directa o indirectamente, la actividad de las neuronas que participan a la hora de elegir una u otra opción?
Para comenzar a responder esas preguntas, científicos del CONICET de la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ), de la Universidad Torcuato di Tella (UTDT) y de la UBA, analizaron más de 40 millones de decisiones tomadas por 99 ajedrecistas en un millón trescientos mil partidas. Para ello, emplearon como base de datos un sitio internacional para jugar al ajedrez online de acceso libre y gratuito (Free Internet Chess Server, www.freechess.org).
“Nuestros resultados demuestran que la manera en que decidimos cambia a lo largo del día. A la mañana las decisiones son más precisas pero más lentas, mientras que a la tarde y noche, son más rápidas pero menos precisas”, indicó a la Agencia CyTA-Leloir la autora principal del trabajo, la doctora María Juliana Leone, investigadora de la UNQ y de la UTDT.
Leone agregó que las variaciones diarias en el tiempo y calidad de las decisiones no se transforman en variaciones diarias en el rendimiento. “Los individuos cambian la estrategia utilizada en distintos momentos del día sin que esto afecte la eficiencia del proceso”, dijo.
Tal como se describe en la revista “Cognition”, los autores del estudio contactaron a los jugadores y les solicitaron que completasen un cuestionario estándar para identificar quiénes tienen hábitos más diurnos o nocturnos. “Las diferencias entre el tiempo utilizado a la mañana y a la tarde son mayores para las personas con preferencias matutinas”, destacó Leone, que además de ser doctora en ciencias básicas y aplicadas fue campeona argentina en las categorías sub20 y sub18 femenino, subcampeona panamericana en la categoría sub20 femenino y es maestra internacional femenina de ajedrez.
¿Cómo podría el reloj biológico influir en la calidad y velocidad de las decisiones? “Una posibilidad es que module directa o indirectamente los niveles de actividad neuronal en una región del cerebro (los ganglios basales) que regula el umbral de decisión y que sabemos que tiene variaciones a lo largo del día”, respondió Leone. Por ejemplo, podría ejercer un efecto sobre las concentraciones de cortisol y otras hormonas.
La aplicación futura más importante de éste y futuros estudios “es que cada individuo o la sociedad en general podría beneficiarse ordenando sus actividades diarias de manera de tomar decisiones importantes en el momento del día que sea más adecuado, teniendo en cuenta si conviene priorizar el tiempo o la calidad de decisiones involucradas”, concluyó la investigadora.
Leone trabaja en los laboratorios de Cronobiología de la UNQ y Neurociencia de la UTDT, liderados respectivamente por los doctores Diego Golombek y Mariano Sigman, quienes también son autores del trabajo. También participó del avance el doctor Diego Fernández Slezak, del Laboratorio de Inteligencia Artificial Aplicada del Departamento de Computación de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA.