Investigadores de la Vanderbilt Universyty, Tennessee, han descubierto que las hormigas tienen cuatro o cinco veces más receptores olfativos que la mayor parte de los insectos.

El equipo de investigación liderado por el doctor Lawrence Zwiebel, completó recientemente el primer mapa completo de los sentidos del gusto y del olfato de las hormigas. En el estudio descubrieron que estos industriosos insectos tienen genes que codifican alrededor de 400 receptores de olores. Por comparación, las polillas tienen 52, las moscas de la fruta 61, los mosquitos tienen un rango que varía de 74 a 158 y las abejas tienen 174.

“El momento más excitante para mí fue cuando el análisis reveló que estos insectos tienen más de 400 receptores, la mayor cantidad determinada de entre todos los insectos estudiados hasta ahora. Estos resultados quieren decir que exitosamente hemos llegado a un nuevo nivel de entendimiento del complejo sistema social que ha hecho de las hormigas una de las familias más exitosas en el planeta”, dijo Xiaofan Zhou, uno de los investigadores del equipo.

Durante mucho tiempo los científicos han estado intrigados por la habilidad de las hormigas para formar colonias muy bien organizadas, dividirse las labores, la comunicación entre los integrantes y su capacidad para resolver problemas complejos. Lo que sí sabían los científicos era que las hormigas podían comunicarse mediante mensajes químicos y que esto formaba una parte muy importante de su comportamiento, “así que es razonable suponer que esta dramática expansión de los sensores del olfato sea lo que les permite un nivel tan alto de socialización, ya que los aromas también funcionan como mensajeros químicos, pero en este caso, en un nivel muy específico”, dijo el doctor Zwiebel, profesor de biología, el cual dirigió el estudio publicado en el journal PLoS Genetics.

Las especies que se estudiaron fueron la carpintero de Florida (Camponotus floridanus) y la hormiga saltarina de la India (Harpegnathos saltator), y el doctor Zwiebel explicó que el sistema olfativo de la mayoría de los insectos se concentra en sus antenas y que está controlado por tres diferentes clases de receptores: los receptores de olor, que identifican diferentes componentes aromáticos y feromonas; receptores del gusto, que distinguen sabores y también reaccionan a las feromonas; y los recién descubiertos receptores ionotrópicos de glutamato, que detectan diversos componentes tóxicos y venenosos. El reciente estudio determinó que los receptores de olor son más numerosos de lo que los científicos habían imaginado.

Esta investigación sólo es el inicio para el equipo del doctor Zwiebel, ya que ahora que han descubierto el mapa olfativo de la hormiga, será más sencillo identificar las señales químicas que desencadenan comportamientos específicos en las hormigas, asimismo, planean desarrollar estas investigaciones en otros insectos, como el mosquito de la malaria.

 

Referencias:

 

Xiaofan Zhou, Jesse D. Slone, Antonis Rokas, Shelley L. Berger, Jürgen Liebig, Anandasankar Ray, Danny Reinberg, Laurence J. Zwiebel. “Phylogenetic and transcriptomic analysis of chemosensory receptors in a pair of divergent ant species reveals sex-specific signatures of odor coding”. PLoS Genetics. 

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