Ante el problema del desecho de las pilas, surgen estudios e intereses por disminuir su afluencia a los basureros municipales y modernizar las normas mexicanas, ya que sus contenidos contaminan los cuerpos acuíferos.

Para instar a las autoridades a poner más atención en este problema, José Antonio Guevara García del Laboratorio de Investigación en Bioinorgánica y Biorremediación (LIByB) del Departamento de Ciencias Básicas, de la Universidad Autónoma de Tlaxcala, emprendió un estudio durante seis meses en Tlaxcala para valorar el volumen de estos residuos, analizar sus contenidos y discutir las legislaciones de manejo.

Los resultados de este estudio, emprendido durante seis meses, de junio de 2007 a enero de 2008 en 15,752 baterías, demostraron que los contenidos de metales quintuplican los valores aceptados en EUA. A partir la publicación de estos resultados el Senado de la República presionó a la Secretaría de Medio Ambiente para implementar un programa de manejo de residuos, pero las propuestas, hasta la fecha, no avanzan.

El análisis también demostró que la contaminación producida por las pilas del mercado formal e informal es la misma, no como se hacía creer por los mercados establecidos, la única diferencia estriba en que las pilas del mercado formal tienen un recubrimiento que puede mantener aislados los contenidos metálicos por 10 años, a diferencia de las otras que tiene cubierta de plástico y cartón.

El mercado de las pilas, no recargables y recargables, alcanza los 650 millones de unidades al año, e incrementa ante el flujo de aparatos electrónicos, y no hay una política ambiental adecuada para desecharlas ni reciclarlas, lo cual representa un peligro para los mantos acuíferos y el suelo.

Los resultados hablan de una gran necesidad de renovar la NOM para reconsiderar el desecho de las pilas y estimular tecnologías de reciclaje en empresarios que se verán beneficiados ante esta gran carencia en el manejo de residuos sólidos.

En nuestro país, hasta el momento, la Norma Oficial Mexicana (NOM) clasifica a las pilas como desechos no peligrosos, es decir se pueden desechar en la basura doméstica, sin embargo, después de recolectar 1.5 toneladas de pilas a través de contenedores en cada oficina municipal y la colaboración de la sociedad, se procedió a abrir estas pilas y analizar sus contenidos de zinc (Zn), cadmio (Cd), mercurio (Hg), manganeso (Mn) y plomo (Pb), se observó que 8 de 9 de estas baterías no serían aprobadas en EUA como residuos no peligrosos.

Hagamos nuestra labor y no desechemos las pilas en la basura de nuestras casas, si usamos pilas que sean recargables y optamos por aparatos electrónicos que traen la batería integrada, aportaremos nuestro granito de arena por un planeta verde.

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