Para la población de tortugas laúd tal vez el siglo XXI sea el último. Nuevas investigaciones sugieren que los cambios climáticos pueden exacerbar la amenaza existente y prácticamente acabar con la población.

La muerte de huevos de tortuga y crías recién nacidas en nidos excavados en playas más secas y calientes son la causa principal a la que se atañe la reducción de las tortugas laúd, de acuerdo a un estudio publicado por un equipo de investigadores de la Drexel University, la Princeton University, otras instituciones y agencias gubernamentales, en el journal Nature Climate Change, titulado “Projected response of an endangered marine turtle population to climate change”.

La tortuga laúd, la más grande de las especies de tortugas marinas, está entre las criaturas más amenazadas, debido a una prolongada explotación de sus huevos y carne. Hoy día, los investigadores explican que el cambio climático es otra amenaza que está mermando la población, y si el aumento de temperatura sigue la proyección del estudio, la población de la tortuga laúd podría declinar hasta 75 por ciento para el año 2100.

Los nacimientos de esta especie naturalmente aumentan y decaen de año en año en respuesta a las variaciones climatológicas, sin embargo las tortugas laúd prefieren las temperaturas frescas, por lo que nadan al Océano Pacífico en esta época porque durante el clima fresco y lluvioso abunda su alimento, las medusas, además sus huevos y crías se favorecen y tienen mayores posibilidades de sobrevivir, situación contraria por el constante aumento del calor.

Los resultados indican que el clima seco y caliente incrementará en Centroamérica a lo largo del siglo, por lo que se proyecta un declive de las tortugas de 7 por ciento por década, aunado a la ya de por sí crítica situación de la especie actualmente.

“En 1990 hubo 1,500 tortugas que anidaron en Playa Grande, Costa Rica—dijo James Spotila, uno de los investigadores de la Drexel University—, ahora sólo llegan de 30 a 40 tortugas a desovar por temporada; es muy preocupante”.

Spotila, coautor del estudio, lleva trabajando con las tortugas laúd por 22 años en las playas de Costa Rica, junto con estudiantes y otros investigadores, y hasta el momento han trabajado con las autoridades locales para proteger los nidos de la depredación y del calor con algunos métodos como el regado y sombreado para mitigar el impacto de la temperatura.

 

Bibliografía

 

 

Vincent S. Saba, Charles A. Stock, James R. Spotila, Frank V. Paladino, Pilar Santidrián Tomillo. (2012).“Projected response of an endangered marine turtle population to climate change”. Nature Climate Change.

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