Las zonas metropolitanas de las ciudades deben convertirse en “centros de sustentabilidad y no en sitios de conflicto”, señaló el ingeniero Joao Pereira Teixeira, especialista en planificación y gestión urbana del Consejo Europeo de Urbanistas, durante su participación en el Seminario Internacional Repensar la Metrópoli, que se celebra en la Rectoría General de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).

El investigador portugués expuso que ciudades como París, Londres, La Haya, Berlín, han desplegado planes estratégicos que les han permitido desarrollar una dinámica urbana de integración y regeneración de sus “áreas periurbanas” en beneficio de un número cada vez mayor de sus habitantes. 

Sin embargo, a pesar de los esfuerzos por alcanzar esta integración que implica aspectos políticos, económicos y culturales, uno de los fenómenos que implica una gran problemática para las ciudades en el mundo radica en el tema de la inmigración. 

Explicó que las grandes migraciones a las zonas metropolitanas –de las cuales existen unas 125 en Europa– que ocurren en la mayoría de las ciudades del mundo ha llevado a que los gobiernos locales, “sin tener las mejores condiciones”, tengan que enfrentar problemas como la pobreza, la exclusión social, y otros como la formación de guetos y favelas ante la falta de suficiente espacio para la vivienda y la carencia de servicios sociales.

El doctor Pereira Teixeira dijo que a lo anterior se añade el tener estructuras gubernamentales y esquemas de financiamiento que no están adaptados para poder realizar las tareas necesarias.

“Estas son situaciones catastróficas y severas”, porque estas zonas metropolitanas tendrán que enfrentar un crecimiento continuo de su población, y a la vez mayor requerimiento de áreas habitacionales, servicios e infraestructura, que al no ser satisfechos, representará “una situación cada vez más deprimente”.

El experto subrayó la necesidad de propiciar áreas metropolitanas inclusivas, social, política, económica y ambientalmente, lo que quiere decir “tener centros de sustentabilidad y no centros de conflicto”.

Esto, dijo el investigador, debe hacerse sucesivamente y paso a paso, porque no existe la posibilidad de hacerlo de otra manera”; es prioritario contar con  infraestructura y equipamiento para posibilitar una mejor calidad de vida de los habitantes de las metrópolis.

El doctor Ryszard Rózga Luter, investigador de la Unidad Xochimilco de la UAM, sostuvo que el surgimiento de las áreas metropolitanas es consecuencia de las teorías del desarrollo desigual, las cuales tienen dos corrientes.

La primera tiene su origen en los años 70 con la nueva división internacional del trabajo, que inspiró el cambio de los viejos centros industriales y su transferencia a zonas periféricas a escala mundial, y la segunda, más reciente, que explica la falta de equilibrio económico y social, debido tanto a las transformaciones de las funciones de la ciudad, como a la descomposición de la tradicional estructura socio-profesional de la población urbana.

Subrayó que las metrópolis siguen siendo duales, las del mundo subdesarrollado y las del mundo desarrollado. “En Berlín, sin embargo, es posible encontrar pequeñas áreas donde viven los inmigrantes turcos y que se podría comparar con Ecatepec”.   

Estos diferentes tipos de metrópolis siguen siendo consecuencia de la lógica del desarrollo de la economía capitalista y de las teorías de dualidad y dependencia “que en su resultado tenían que crear este fenómeno social que es la metrópolis”.

Durante la mesa titulada Desarrollo sustentable, el doctor Rafael Calderón Contreras, investigador del Departamento de Ciencias Sociales de la Unidad Cuajimalpa de la UAM, afirmó que la sustentabilidad o desarrollo sustentable es una temática que está “prácticamente agotada y rebasada en muchas esferas académicas”.

Señaló que el cambio climático implica para las metrópolis una serie de vicisitudes y problemas que hacen cuestionar no solamente la planeación urbana y la política pública a nivel metropolitano, sino el desarrollo de toda la sociedad.

Existen, subrayó, cuatro temas “tangenciales” y que cruzan todas las temáticas de importancia en una metrópoli que son la seguridad, el ambiente, el transporte y la gobernabilidad.

En términos de la resiliencia relacionada con la adaptación al cambio climático, apuntó, ésta tiene que ver con la capacidad de organización que tenga la sociedad en los cuatro rubros fundamentales; sin embargo, para ello, es necesario que exista una profundo conocimiento de las dinámicas y dependencias entre los recursos naturales, la provisión de servicios ambientales y la demanda social sobre los recursos que circundan a una metrópoli.

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