Lise Meitner, física conocida por sus investigaciones en el campo de la física nuclear, es la única mujer que tiene un elemento en la tabla periódica en su honor, el elemento 109, el meitnerio. Nació el 7 de noviembre de 1878, en Viena, en el entonces Imperio austrohúngaro.
Fue también codescubridora de la fisión nuclear, pero el Nobel de Física por este hallazgo se lo dieron sólo a Otto Hahn en 1944. Esto ha hecho que Meitner a menudo sea considerada uno de los más evidentes ejemplos de hallazgos científicos hechos por mujeres y pasados por alto por el comité del Nobel.
Además, fue la segunda mujer en conseguir un doctorado en física en la Universidad de Viena y la primera de toda Alemania en lograr el puesto de profesora titular de física en la Universidad de Berlín.
Pero su épica no acaba ahí, Meitner tuvo que redoblar sus esfuerzos para hacer valer su trabajo en un mundo asolado por la guerra y dirigido por hombres, al que la investigadora, por su condición de mujer judía, tenía restringido el acceso.
Después de graduarse se mudó a Berlín donde planeó estudiar con Max Planck. Allí comenzó una larga colaboración con Otto Hahn, un químico interesado en descubrir nuevos elementos. Con Otto Hahn trabajó más de treinta años, con quien descubrió también el Protactinio en 1918.
En su profesión de física, Meitner estaba interesada en entender los rayos alfa, beta y gamma que hicieran posible la creación de los nuevos elementos. En 1912 se incorporó al recién creado Instituto Kaiser Wilhelm de Berlín, y en 1918 fue nombrada jefe de su departamento de física. En 1926 recibió una oferta para enseñar en la Universidad de Berlín, pero no se hizo cargo de ningún curso.
En 1938 tuvo que abandonar Alemania, forzada por las Leyes de Núremberg del gobierno nazi. Aunque inicialmente estuvo protegida de las políticas raciales nazis por su ciudadanía austriaca, su situación cambió abruptamente cuando Alemania se anexó Austria. Sus colegas organizaron un pasaje seguro para ella a los Países Bajos, donde aceptó una invitación para trabajar en el nuevo Instituto Nobel en Estocolmo.
En Estocolmo se unió al personal de investigación atómica del Instituto de Manne Siegbahn en la (Universidad de Estocolmo), en donde estableció contacto con su sobrino, Otto Frisch. Con la contribución de Meitner, Otto Hahn y Fritz Strassmann produjeron el primer ejemplo de la fisión nuclear. En 1939 Hahn publicó sus resultados, Meitner y Frisch explicaron el fenómeno mediante el modelo de la gota líquidaintroduciendo el término de fisión nuclear, en un trabajo publicado en la revista Nature.
Por el descubrimiento de la fisión nuclear Otto Hahn recibió el Premio Nobel de Física en 1944.
Meitner también sugirió la existencia de la reacción en cadena, con lo que contribuyó al desarrollo de la bomba atómica.
El reconocimiento a sus contribuciones llegó más tarde. Poco antes de morir le entregaron el Premio Enrico Fermi, en Estados Unidos, y unos años después nombraron un cráter de la Luna, otro de Venus y un asteroide en su nombre. Hoy, basta con mirar al cielo para recordar su legado.
Meitner se naturalizó ciudadana sueca en 1949. Se jubiló en 1960 y se trasladó a vivir al Reino Unido, donde vivían la mayoría de sus parientes. Lise Meitner murió en Cambridge, el 27 de octubre de 1968. Conforme a sus deseos, fue enterrada en Bramley (Hampshire) junto a su hermano Walter, fallecido en 1964. Su sobrino Otto Frisch fue quien compuso la inscripción de su lápida, «Lise Meitner: una física que nunca perdió su humanidad».