La Agencia Espacial Europea (ESA) dio hoy por concluida la misión del sistema de navegación por satélite Giove-A, predecesor de la constelación Galileo que debería empezar a funcionar en 2014.
El Giove-A, lanzado en 2005, tenía por objetivo asegurar provisionalmente las frecuencias de radio que utilizará el Galileo y probar los relojes atómicos como los que utilizará el nuevo competidor europeo del estadounidense GPS, señaló la ESA en un comunicado.
El sistema «fue diseñado para una vida de solo 27 meses, por lo que seguir operando durante 78 meses es impresionante», declaró el responsable de ese proyecto de la ESA, Valder Alpe.
A partir de ahora, el Giove-A pasará a ser operado por la empresa británica Surrey Satellite Technology para recabar información sobre radiación y sobre resultados de rendimiento del receptor de GPS.
En abril de 2008, la ESA puso en órbita el Giove-B, que está equipado con relojes de tecnología «maser» de hidrógeno, cuya precisión es de un segundo en tres millones de años y que tiene por misión validar el sistema de navegación de Galileo.
La constelación Galileo supondrá una inversión total de más de 10.000 millones de euros para tener operativos los 30 satélites del sistema en 2020, aunque sus aplicaciones empezarán a funcionar dentro de dos años.
Los primeros satélites del sistema Galileo fueron lanzados en octubre de 2010. Los dos próximos previstos en el calendario enfilarán la rampa de lanzamiento el próximo mes de octubre.
El sistema europeo ofrecerá servicios compatibles con el GPS estadounidense y con el Glonass ruso y se aplicarán en ámbitos como la gestión del transporte, la sanidad, la agricultura y la pesca, así como áreas menos generales, como la movilidad de las personas mayores u operaciones de búsqueda y rescate.
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