“Lo sustentable ya no existe, porque con la calidad de vida que llevamos ya comprometimos cuatro generaciones futuras”, asentó el arquitecto Daniel Acosta Ruiz, durante su conferencia “Beneficios del nuevo urbanismo”.

Debido a la industrialización y urbanización, el ponente mencionó que el daño ya está hecho y que para remediar en alguna medida sería necesario cambiar el pensamiento y la educación radicalmente. En el DF, por ejemplo, una persona puede pasar 5 años de su vida en el tráfico, mencionó, ya que es una ciudad que tiene 3 millones de vehículos. “Esta es nuestra realidad, y no podemos seguir viviendo así”, dijo.

Acosta explicó que la intención de su presentación era poner a pensar a los asistentes, hacerlos dudar sobre lo que representa el concepto de sustentabilidad y estimular un pensamiento nuevo, además de que valoraran los datos y lo que está pasando en las ciudades, ya que aunque se maneja mucho el concepto de lo sustentable, la realidad es muy diferente, debido a que la huella ecológica que hemos dejado y dejamos los humanos es tal que el impacto ambiental que hemos hecho hasta la fecha repercutirá hasta las próximas cuatro generaciones, sumando a ese daño el que las siguientes generacioes hagan.

Como urbanismo sostenible se menciona el conjunto de factores económicos, de movilidad, medioambientales, culturales y de gobierno; por lo tanto es un tópico de interés tanto para académicos como para la sociedad en general, pues a todos afecta lo que sucede en el espacio urbano.

Para ejemplificar lo que es la huella ecológica, entendida como la factura que le pasamos al planeta de lo que hacemos al vivir aquí, invitó a un voluntario a pasar al escenario para hacer un ejercicio de concientización. Un joven levantó la mano y pasó al frente, Acosta ingresó a una página web llamada Footprint, en la que se responden alguna preguntas sobre la forma en que consumimos alimentos y energía para valorar la huella ecológica, finalmente saca un estimado sobre que si todos lo habitantes tuvieran los mismo hábitos, cuántos planetas se requerirían.

En el caso del voluntario, el cual expresó ser vegetariano y reciclar, el resultado fue que se necesitaría 2.5 planetas si todos viviéramos como él, el ponente expresó que esto es en los casos de gente un poco más sana y consciente, pero que en los casos contrarios, los resultados apuntan hasta ocho planetas.

Asimismo, recomendó una página en la que se pueden ver diferentes valores, desde los nacimientos por día, mes y año, hasta las especies que se extinguen en los mismos periodos, la cual es muy recomendable para entender en cifras lo que pasa en nuestro planeta: Poodwaddle.

Lo anterior fue para introducir al público en el tema del urbanismo, el cual esta directamente relacionado con la huella biológica y con el crecimiento demográfico. Acosta mencionó que es la gran cantidad de personas en una ciudad y la mala planeación de las calles y hábitats no sólo provoca contaminación o mala distribución de los servicios, sino un fuerte daño en la calidad de vida de sus habitantes.

En el DF, dijo, viven más de 15 millones de personas, contra ciudades como Pachuca, que cuenta con 267,800 personas, o Xalapa, con 457,928. El DF es una cuida caótica, como Tokio, las favelas de las ciudades del Brasil o Monterrey. En donde hay demasiados vehículos, se le da una gran prioridad a construir calles y los diseños olvidan por completo al peatón.

En este contexto “¿Qué ofrece el nuevo urbanismo?” preguntó Acosta, él mismo responde, que el nuevo urbanismo surgió en Estados Unidos, en Miami, y propone observar los centros históricos, entenderlos y repetirlos según sus aspectos más exitosos, siguiendo tres criterios básicos: peatonalidad, conectividad y uso mixto.

La peatonalidad es considerar la necesidades del peatón, su seguridad y comodidad, delimitar distancias caminables en un radio de 10 a 20 minutos para ir al trabajo y hacer sus compras diarias, esto quiere decir que los diseños de centros urbanos deben ofrecer las facilidades al peatón para usar en lo menos posible su auto, así como espacios por los que el peatón se sienta a gusto para caminar, como centros de recreación, parques o senderos.

La conectividad está enfocada en dispersar el tráfico, la creación de nodos de interés público, mejores sistemas de trasporte, y accesibilidad de los servicios, es decir, que este nuevo urbanismo trata que los centros de trabajo, estén conectados con los centros de vivienda y servicios, ya sea a través de caminos peatonales, ciclovías, etcétera, favoreciendo también los usos mixtos.

Los usos mixtos deben fomentar la diversidad cultural, géneros y edades, así como la diversidad de actividades para la vida dentro de un mismo espacio arquitectónico, por ejemplo, un edificio de oficinas puede tener también algunos departamentos y servicios como gimnasio y bibliotecas, así como espacios verdes, lo cual no sólo da una oportunidad a las personas de realizar varias actividades en un mismo espacio, sino que le da vida y favorece distintas economías y actividades, se enfoca a mejorar la calidad de vida de los ciudadanos y evitando que se desplacen a otros lugares.

En general estas son algunas de las ideas del nuevo urbanismo, y según el ponente, los estudiantes de arquitectura deben unir sus conocimientos con otras disciplinas para favorecer otro tipo de ciudades y particularmente, los espacios en los que se construyen casas habitación, en los que se debe privilegiar un buen diseño, creativo y consiente de estos criterios, ya que a largo plazo los beneficios serán mayores.

La platica la impartió en el marco del evento “Ciudades del futuro 2012”, organizado por LUX, comunicación estratégica, grupo integrado por alumnos de la Facultad de Ciencias Administrativas y Sociales que se realizó en el auditorio del Jardín Botánico “Francisco Javier Clavijero”. 

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