En 1938 el presidente Lázaro Cárdenas concibió al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y Petróleos Mexicanos (Pemex) para fines distintos; a casi 75 años de distancia ambas vocaciones confluyen en la región de Chicontepec, Veracruz, donde existe una de las mayores concentraciones geológicas de hidrocarburos del continente americano, así como 585 sitios con arquitectura prehispánica que se han registrado mediante el uso de sensores remotos y de teledetección, que normalmente sirven para encontrar petróleo.
El testimonio de esta aventura tecnológica llevada a cabo por Pemex y el INAH, con el propósito de salvaguardar el patrimonio cultural de la región norte de Veracruz, es expuesto en el libro Culturas del Golfo. Salvamento arqueológico y nuevas tecnologías. Responsabilidad patrimonial y compromiso científico de Petróleos Mexicanos (INAH/Pemex, 2011), coordinado por la arqueóloga Patricia Castillo Peña, y que se presentó al público este 11 de junio.
Mediante el uso de tecnología de vanguardia, como la denominada LiDAR (un escáner láser), termografía, fotogrametría, registros geofísicos y de imágenes, y sísmica 3D, entre otros, en los últimos cuatro años el INAH ha localizado 585 sitios con arquitectura prehispánica y otros más con presencia de materiales arqueológicos, entre los municipios de Gutiérrez Zamora y Tuxpan, en el área cultural que dominó la antigua ciudad de El Tajín, al norte de Veracruz.
La arqueóloga Patricia Castillo, coordinadora de la publicación y titular de la investigación, explica que los sitios registrados corresponden a ciudades de las culturas de la Costa del Golfo, ubicadas en las regiones totonaca y la huasteca baja, hasta ahora identificados dentro de dos etapas fundamentales: los periodos Clásico y Epiclásico (200 a 900 d.C.), y el Posclásico (900 a 1521 d.C.).
El proyecto, señala, no se ha limitado al registro de dichos lugares, sino que en cada uno se ha determinado la poligonal de su extensión y un área de amortiguamiento para evitar afectaciones; con dichas delimitaciones actualmente se elaboran planos de sitios arqueológicos por municipio.
El siguiente paso es entregar a cada ayuntamiento estos planos, para que de manera conjunta con el INAH se proyecte un ordenamiento territorial que permita la conservación de los sitios, dijo Patricia Castillo, al informar que el Instituto firmó convenios con los tres municipios donde se encontró la mayor concentración de vestigios arqueológicos: Poza Rica, Papantla y Coatzintla, para que coadyuven en la preservación.
La arqueóloga destacó que el ordenamiento territorial es uno de los objetivos principales de este proyecto, que inicialmente se concibió como salvamento arqueológico con motivo de los trabajos de Pemex para detectar hidrocarburos en la región de Chicontepec, toda vez que se trata de una franja de despunte petrolero que va de la costa a la sierra.
“Gracias al trabajo conjunto de ambas instituciones, ahora es un proyecto de investigación de gran alcance, que nos permite confirmar que El Tajín se encuentra justamente en el centro de esta región cultural. Su estudio reafirma muchas cosas que ya se habían determinado, principalmente que es el sitio sagrado y ceremonial más importante del norte de Veracruz”.
Castillo explica que anteriormente el mapa de asentamientos prehispánicos del norte de Veracruz seguía una tendencia lineal. Ahora, con los topógrafos de Pemex, los especialistas del INAH revisamos sistemáticamente toda el área y marcamos retículas muy claras; “tenemos macrorretículas georreferenciadas por satélites, algo que no hubiéramos podido lograr con proyectos de investigación ni en mediano plazo. Un avance importante, porque estas retículas se usan para referenciar las zonas arqueológicas”.
Los estudios permitieron entender la región de El Tajín en espacio y tiempo. “Pudimos determinar patrones de asentamiento. Estamos viendo que los sitios de los periodos Clásico y Epiclásico se desarrollaron en zonas planas cercanas a los ríos y manantiales; en aluviones y valles. Los sitios de estas épocas los tenemos perfectamente registrados, sabemos cuáles fueron contemporáneos a esta urbe prehispánica”, destaca Patricia Castillo.
Para el periodo Posclásico sucedió lo contrario, refiere, los sitios se asentaron en las partes altas. “Ahora estamos terminando el análisis de cerámica, una vez concluido podremos determinar exactamente cuántos lugares son clásicos y cuántos posclásicos”, dice la arqueóloga.
Los 585 sitios registrados han sido divididos para su estudio en tres grandes rangos: el primero corresponde aquellos con arquitectura monumental, con dimensiones mayores, parecidas a las de El Tajín en cuanto a extensión, aunque no son similares en importancia como sitio sagrado. Un ejemplo es el lugar denominado Oriente Mediodía, con más de 40 estructuras, ubicado en la parte serrana, y el otro Tuzapan, ubicado en el norte de Veracruz, en los límites con Puebla, tiene alrededor de 400 edificaciones; este último es un sitio que ya estaba registrado pero no se sabía su magnitud, señala Castillo Peña.
En el siguiente rango se ubicaron los asentamientos con menor cantidad de estructuras; y en el tercero se incluyen los conjuntos habitacionales, las concentraciones de materiales arqueológicos sin edificaciones y pequeñas elevaciones que son grupos arquitectónicos de antiguas casas completas.
La arqueóloga del INAH anota que el proyecto también se ha enfocado al estudio particular de El Tajín, donde en 2012 se detectaron tres canchas de juego de pelota, dos edificaciones denominadas “balcones” y un área habitacional de más de 1,000 años de antigüedad, aún ocultos por la vegetación; el uso de alta tecnología también permitió determinar que los antiguos edificios del área abierta al público de este sitio Patrimonio Mundial, desde 1992, están en buen estado de conservación.
Culturas del Golfo. Salvamento arqueológico y nuevas tecnologías. Responsabilidad patrimonial y compromiso científico de Petróleos Mexicanos, se presenta este 11 de junio a las 18:00 horas, en el Auditorio “Jaime Torres Bodet” del Museo Nacional de Antropología (Reforma y Gandhi, Bosque de Chapultepec).