El objetivo principal del proyecto E3Network, también conocido como el Internet del Futuro, y liderado por investigadores del centro tecnológico CEIT-IK4, consiste en diseñar un transmisor-receptor que permita, para una primera fase, la transmisión de datos a una velocidad de 10 Gbps (Gigabits por segundo), mediante el desarrollo de una nueva red de infraestructuras en los países miembros.
Según la directora del proyecto, Igone Vélez, «estamos estudiando la forma para que todo el mundo pueda conectarse desde donde quiera y a muy alta velocidad». De hecho, según precisa la investigadora en electrónica y comunicaciones de CEIT-Ik4, el nuevo sistema supondrá «una nueva dimensión de las telecomunicaciones al permitir usar el móvil de forma mucho más social, incluso en los entornos rurales».
La aparición de dispositivos móviles como los teléfonos inteligentes (smartphones) y tabletas ha provocado que los suscriptores exijan a los operadores de redes utilizarlos con las mismas prestaciones de la conexión a Internet en casa o en la oficina. El problema es que las actuales infraestructuras de redes y modelos de negocio no están preparados para soportar tal incremento de demanda. De hecho, sólo el 1-2% de los ciudadanos europeos se conectan a Internet ultra rápida a través de redes de fibra (comparado con el 12% en Japón y 15% en Corea del Sur), limitando los beneficios de esta herramienta.
Por este motivo, la Comisión Europea ha considerado la alta velocidad del ancho de banda una infraestructura crucial para 2020, por la potencialidad que encierra a la hora de proporcionar a los europeos una mayor calidad de vida en ámbitos como la salud, nuevas soluciones en la seguridad y eficiencia en el sector del transporte aéreo y terrestre, avances en el preservación del medio ambiente así como acceso más ventajoso a los servicios públicos, además de aumentar la productividad y la competitividad europea en los mercados mundiales. Para todo esto, la Agenda Digital de la UE considera imprescindible que todo los ciudadanos dispongan de banda ancha a 30 Mbps (Megabits por segundo) para todo el continente en 2020.