Plantas venenosas, sustancias volátiles del suelo, dinámicas desconocidas de la vegetación e incluso la acción de las hormigas carnívoras. Son algunas de las hipótesis planteadas hasta ahora para explicar los enigmáticos ‘círculos de hadas’ del desierto de Namibia y otras regiones de la costa sudoeste de África.
Se trata de superficies circulares desprovistas de vegetación rodeadas de anillos de pasto perennes. Ahora un estudio del profesor Norbert Juergens de la Universidad de Hamburgo (Alemania) señala que la presencia de termitas (Psammotermes allocerus) ofrece la explicación biológica del fenómeno.
“Las termitas generan los círculos de hadas mediante la eliminación de la efímera vegetación que aparece después de las lluvias, dejando las áreas circulares estériles”, explica Juergens en su estudio, que publica esta semana la revistaScience.
El autor determinó que Psammotermes es el único organismo que aparece constantemente en las primeras etapas de formación de los círculos. Dentro de ellos se alimentan de las raíces de la plantas, y cuando matan todo el pasto del interior, el agua de lluvia no se pierde por la transpiración de las plantas, sino que queda almacenada en las profundidades del suelo arenoso.
Pequeños depósitos de agua
“Debido a la rápida percolación y la falta de evapotranspiración, el agua queda retenida dentro de los círculos –apunta Juergens–. Y este proceso da lugar a la formación de anillos de vegetación perenne alrededor, que facilitan la supervivencia de las termitas e incrementan la biodiversidad local”.
El suministro de agua del subsuelo permite a estos insectos permanecer vivos y activos durante las prolongadas sequías del desierto, que pueden durar décadas. También favorecen el desarrollo de los anillos de pasto que crecen en los márgenes.
Estos pequeños ecosistemas representan un ejemplo de ‘ingeniería de ecosistemas’ por parte de las termitas, cuyos círculos de hadas son capaces de transformar algunos entornos desérticos en praderas permanentes.
Para realizar la investigación, el profesor Juergens recorrió un franja de 2.000 kilómetros de desierto, desde la mitad de Angola hasta el norte de Sudáfrica. El autor planteó su hipótesis tras comprobar que cada vez que analizaba los círculos de hadas, aparecían señales de las termitas, que además presentaban una mayor actividad en el interior de los anillos de hierba.
Opiniones discordantes
No todos los expertos en los círculos de hadas del desierto están de acuerdo con la explicación del profesor Juergens. La propia revista Science, donde se ha publicado el estudio, recoge las dudas de algunos de ellos.
La investigadora Vivienne Uys, taxónoma de termitas en el Consejo de Investigación Agrícola de Pretoria (Sudáfrica), dice que los resultados de Juergens sobre la biología de las termitas son consistentes con lo que saben los científicos sobre la especie. Pero Uys considera que se necesitan más pruebas para confirmar que estos insectos son los que crean los círculos de hadas: «La relación entre la actividad de ‘forrajeo’ de las termitas que da lugar a la formación de un círculo perfecto de suelo desnudo no está clara».
El biólogo Walter Tschinkel de la Universidad Estatal de Florida (EE UU), que el año pasado publicó un estudio sobre el tema en PLoS ONE, está de acuerdo: «Juergens ha cometido el error científico común de confundir la correlación –incluso aunque sea una correlación muy fuerte (termitas-círculos)– con la causalidad. Si señala que las termitas están matando la hierba, él tiene que demostrar realmente que están atacando a las plantas vivas. Esto no es fácil de hacer, y de hecho no lo hizo».
Por su parte, Michael Cramer, un ecofisiólogo de la Universidad de Ciudad del Cabo (Sudáfrica) considera que los círculos de hadas “poco o nada tienen que ver con las termitas». El estudio de este otro experto, actualmente en revisión, plantea que estas superficies circulares son el producto de patrones naturales de la vegetación como consecuencia de la competencia por los escasos recursos. «La única forma de responder correctamente a la pregunta es con investigaciones meticulosas y experimentos bien enfocados”, concluye el investigador.
Referencia bibliográfica:
Norbert Juergens. “The Biological Underpinnings of Namib Desert Fairy Circles”. Science 339, 29 de marzo de 2013.