¿Qué es la región hidropolitana de la Ciudad de México?, ¿quiénes la conforman?, ¿cuál es su historia?, ¿hacia dónde se dirige? Estas y otras interrogantes son planteadas en el libro La región hidropolitana de la Ciudad de México. Conflicto gubernamental y social por los trasvases Lerma y Cutzamala, una obra del doctor Arsenio González Reynoso, académico del Instituto de Investigaciones Dr. José María Luis Mora.
En sus páginas, se ofrece un recorrido histórico de las obras de drenaje y evacuación de aguas pluviales y negras, así como la infraestructura para la importación de agua que modificó la condición natural de la cuenca del Valle de México y que la vinculó de manera artificial a las cuencas hidrológicas Alto Lerma, Cutzamala y Tula.
Asimismo, plantea reflexiones teóricas sobre el concepto de región hidropolitana, su construcción a partir de la voz de quienes fueron agentes activos en la toma de decisiones para la construcción de obras hidráulicas, además de una aproximación a su gobernanza.
Durante su presentación en la 38a Feria Internacional del Libro (FIL) del Palacio de Minería, el doctor Manuel Perló Cohen, director del Instituto de Investigaciones Sociales (IIS) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), destacó que aborda cuestiones de vida o muerte para la ciudad, pues según una analogía, el sistema hidráulico de la Ciudad de México es su sistema sanguíneo que le permite sobrevivir y en el que están involucradas alrededor de 30 millones de personas.
“La región hidropolitana es un gran sistema creado hace muchos siglos, descrito en el libro y en el que se narran muchos de los problemas y desafíos que enfrenta este gran sistema. En el libro se plantea la interrogante de si podremos resolver esos grandes problemas y, de no hacerlo, se irán agravando los conflictos, las carencias y las contradicciones, teniendo un sistema hídrico cada vez más disfuncional y problemático que planteará enormes desafíos al funcionamiento de la ciudad”, dijo.
En tanto, destacó que la obra da continuidad al trabajo científico que en 2005 plantearon en coautoría en el libro ¿Guerra por el agua en el Valle de México? Estudio sobre las relaciones hidráulicas entre el Distrito Federal y el Estado de México.
De acuerdo con el investigador, el libro hace una espléndida narrativa del cárcamo de Lerma, al incluir cómo se concibió el mural El agua, origen de la vida, que Diego Rivera pintó en el cárcamo de Dolores, la obra hidráulica ubicada en la Segunda Sección del Bosque de Chapultepec, y que abre un horizonte al estudio de las representaciones culturales y artísticas en torno a las obras de infraestructura.
En su oportunidad, el doctor Arsenio González aseguró que a partir de estas reflexiones vislumbra posibles trabajos sobre las representaciones simbólicas que acompañan la materialidad de obras hidráulicas, pues dijo que el ser humano no construye infraestructura porque sí, sino tiene que darle un sentido.
“La misma infraestructura la embiste con signos, símbolos o murales, ya que es importante para el ser humano describir el significado de la obra”.
Entender conflictos
En su oportunidad, el doctor Itzkuauhtli Zamora Saenz, académico del IIS de la UNAM, hizo énfasis en la propuesta que se hace para entender el origen de los conflictos y el fenómeno creciente de los trasvases de cuenca en nuestro país, al tiempo de invitar a utilizar una nueva escala para abordar los problemas en el manejo del agua a partir de la interrelación entre dos zonas hidropolitanas, la del Valle de México y la de Toluca, tomando en cuenta las comunidades rurales de las cuencas desde las que se exporta el agua o que reciben las aguas negras que metabolizan las ciudades.
“En la escala hidropolitana es posible identificar nuevas interrelaciones socioecológicas que requieren esquemas de coordinación, de información y de generación de conocimiento para la toma de decisiones y la gestión sustentable de esta territorialidad”, detalló.
Esta obra puede adquirirse en la librería virtual del Instituto Mora. |
En la presentación, aseveró que se incita a comprender el devenir temporal y simbólico del territorio en su configuración actual, un devenir que no es obra de la casualidad o de la diosa fortuna, sino de percepciones, valores y decisiones humanas, en este caso con respecto al manejo del agua.
En tanto que —subrayó— la obra dilucida que los instrumentos de gobernanza hidropolitana no tienen aún la capacidad de dirigir recursos económicos hacia las regiones de captación, debido a que su alcance está definido territorialmente por la delimitación de la zona metropolitana; en este sentido, las áreas que quedan fuera de esta (como la captación de los ríos Lerma y Cutzamala) no reciben recursos del Fondo Metropolitano, que fue creado para resolver la problemática de dicha escala urbana.
Finalmente, asentó que la obra hace aportes para entender las implicaciones ecológicas, políticas, sociales y hasta éticas de los trasvases que amenazan con crecer sin una discusión amplia y democrática sobre las consecuencias que tiene esta intervención hídrica.