La biodiversidad de aves en un mundo cada vez más urbanizado es un reto difícil de gestionar. Cuando un entorno se urbaniza se destruyen los hábitats naturales, los alimentos y lugares de reproducción se vuelven artificiales, y aumentan las molestias causadas por las personas y sus mascotas. El resultado es que muchas especies acaban muriendo o huyendo a otros lugares, lo que conlleva una pérdida de biodiversidad.
Sin embargo, unas pocas especies son capaces de “adaptarse” a la vida de ciudad. Ahora, científicos del Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales (CREAF) y del Consejo Superior de Investigaciones Científicas han publicado un estudio en la revista Ecology Lettersque desvela el porqué de la capacidad de ciertas aves de volverse urbanitas, un aspecto que podría ser clave para mantener la biodiversidad en entornos altamente urbanizados.
Los expertos han comprobado que las aves que se extinguen con la urbanización no lo hacen por azar sino porqué toleran mal la urbanización. Si la urbanización es muy intensa y se sobrepasan sus umbrales de tolerancia, la mayoría de especies desaparecerán.
“Este resultado era esperable, ya que la teoría evolutiva nos dice que las especies están adaptadas a los ambientes en donde viven habitualmente pero raramente a ambientes que les son nuevos”, comenta Daniel Sol, investigador del CSIC en el CREAF. Algunas especies no solo toleren bien la urbanización sino que incluso perciban las ciudades como oportunidades ecológicas
Ser generalista y no poner todos los huevos en la misma cesta ayuda a sobrevivir en la ciudad
Según el nuevo estudio, la capacidad de vivir en las ciudades se relaciona con dos propiedades: un nicho ecológico amplio, que aumenta la probabilidad de encontrar alimento u otros recursos en el nuevo entorno, y una estrategia reproductiva en que el esfuerzo reproductor se distribuye en muchos eventos en vez en unos pocos.
Aunque las razones no están claras, esta estrategia reproductiva reduce el riesgo de fracaso reproductivo, ya que evita poner “todos los huevos en una mismo cesta”, y favorece la capacidad de aprendizaje, lo que ayudaría a explotar mejor ambientes nuevos en donde el animal tiene poca información sobre los recursos y los enemigos. Sin embargo, estas adaptaciones solo se encuentran en algunos grupos de aves. Los córvidos, los columbiformes y los stúrnidos han resultado ser las aves más tolerantes a la vida urbanita.
Planificar ciudades para aumentar la biodiversidad urbanita
Según el estudio, teniendo en cuenta que se prevé un aumento de la ocupación del suelo urbano de 1,2 millones de km2 en los primeros 30 años del siglo XXI, identificar las especies con mayor i menor capacidad de volverse urbanitas es una de las prioridades para conservar los ecosistemas.
“Este tipo de estudios pueden ser útiles en políticas ambientales futuras. Por ejemplo, la planificación urbana podría tener en cuenta las razones que hacen que los entornos urbanizados sean inhóspitos para la mayoría de las especies y preservar los elementos de los hábitats naturales que, cuando se alteran, actúan como filtros ambientales para la mayoría de las especies”, añade Daniel Sol.
Aunque el investigador apunta que lograrlo es difícil en zonas que ya están muy urbanizadas, puede ser más sencillo en el diseño de nuevos asentamientos urbanos en los que se prevea una rápida expansión de suelo.
El siguiente paso para comprender esta destrucción de biodiversidad en las urbes, apuntan los investigadores, es comprender por qué las especies exóticas invasoras se asientan con éxito en las ciudades mientras que las autóctonas tienen importantes dificultades.
Referencia bibliográfica:
Daniel Sol, César González-Lagos, Darío Moreira, Joan Maspons y Oriol Lapiedra. ‘»Urbanisation tolerance and the loss of avian diversity‘». Ecology Letters. DOI: 10.1111/ele.1229