Una investigación de la University of Southampton examina cómo el sonar de los delfines es capaz de distinguir los objetos en agua revueltas o burbujeantes, para diseñar un tipo de sonar más sofisticado.

Cuando los delfines cazan cardúmenes, soplan por el espiráculo una red de burbujas a su alrededor, lo que obliga a los peces a mantenerse unidos, facilitando a los cetáceos proveerse de alimento. Esta red podría confundir al mejor sonar hecho por el hombre porque la dispersión de las burbujas genera ecos o reflexiones, impidiendo al sonar distinguir cuál es el objetivo.

Si se considera al sonar de los delfines desde una perspectiva de ingeniería, no es mejor que cualquiera fabricado en tierra firme, sin embargo, es notable que el de estos cetáceos pueda distinguir a las peces de entre las burbujas con facilidad.

En el estudio emprendido por el profesor  Tim Leighton y sus colegas, del Institute of Sound and Vibration Research (ISVR) de la University of Southampton, los autores examinaron la forma en que los delfines procesan las señales de su sonar, el cual funciona por ecolocación, sistema que usan otros animales como los murciélagos, que consiste en emitir una serie de sonidos que rebotan en los objetos o superficies, ese eco es recibido por los animales para identificar qué hay a su alrededor.

“Es sabido que los delfines emiten una secuencia de chasquidos y que cada uno tienen diferentes amplitudes, así que no todos los chasquidos tienen la misma sonoridad. Esto nos llevó a preguntarnos si dicha variación era clave para distinguir los peces de las burbujas”, dijo el profesor Leighton.

La variación de la amplitud es determinante porque produce diferentes tipos de eco, según el objeto que impacte, así que por eso el sonar de los delfines es capaz de diferenciar burbujas de su alimento y usarlas a su favor.

Los investigadores propusieron una señal de sonar diferente, a la que llaman Twin Inverted Pulse Sonar (TWIPS), que funciona con un par de pulsaciones, idénticas entre sí, excepto que una está invertida con respecto a la otra, lo que permite diferencias objetos de entre redes de burbujas. Este descubrimiento permitirá localizar en altamar y durante estas condiciones a cardúmenes, minas o algunos escombros.

 

Bibliografía:

T. G. Leighton, G. H. Chua y P. R. White. “Do dolphins benefit from nonlinear mathematics when processing their sonar returns?” Proceedings of the Royal Society A 

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