BARCELONA, LONDON and MILAN, 6 de octubre de 2015 – /PRNewswire/ — Con solo 16 semanas los fetos oyen y responden a la música, siempre que ésta se emita desde la vagina de su madre. Los fetos responden a ese estímulo abriendo la boca y sacando la lengua, con movimientos de vocalización -previos a la adquisición del lenguaje-.
Esta es la principal conclusión del estudio realizado por el equipo de Institut Marquès, que ha contado con la colaboración del prof. Alberto Prats, catedrático de Anatomía y Embriología Humana de la Facultad de Medicina de la Universidad de Barcelona.
El trabajo, titulado «Fetal facial expression in response to intravaginal music emission» (Expresión facial fetal en respuesta a la emisión de música vía vaginal), se publica esta semana en la revista Ultrasound de la British Medical Ultrasound Society (BMUS).
Según la Dra. Marisa López-Teijón, Jefa de Reproducción Asistida de Institut Marquès y principal investigadora y autora del ensayo clínico «Hemos descubierto que la fórmula para que los fetos oigan como nosotros es emitir música desde la vagina de la madre. El sonido que les llega por el abdomen de su madre casi no lo oyen: los tejidos blandos del abdomen y del interior del cuerpo de la madre absorben las ondas sonoras».
Método y resultados
Las embarazadas a quienes se aplicó música por vía vaginal, se colocaron un dispositivo diseñado específicamente para el estudio, capaz de emitir a una intensidad media de 54 decibelios, el equivalente a una conversación en tono bajo o música ambiental. La música elegida fue la Partia in A Minor for Flute Alone – BWV 1013 de Johan Sebastian Bach.
El equipo de investigadores comparó por ecografía la reacción de los fetos y los resultados fueron estadísticamente significativos. Aplicando música vaginal, el 87% de los fetos movieron la boca o la lengua y cerca del 50% de los fetos reaccionó con un movimiento muy llamativo, abriendo muchísimo la mandíbula y sacando la lengua al máximo, afirma el Dr. Alex García Faura, director científico de Institut Marquès y co-autor del artículo. Aplicando música emitida desde el abdomen o vibraciones sonoras, estos cambios en las expresiones de los fetos no se observaron.
¿A qué se debe esta respuesta del feto?
Según el prof. Alberto Prats, catedrático de Anatomía y Embriología Fetal de la Facultad de Medicina de la Universidad de Barcelona, creemos que la música induce una respuesta de movimientos de vocalización porque activa circuitos cerebrales de estimulación del lenguaje y de la comunicación.
Según esta hipótesis, una vez completada la formación del oído interno, cuando al feto le llega a través de la cóclea un estímulo auditivo que incluye ritmo o melodía, se activan centros muy primitivos del tronco del encéfalo en el área relacionada con la conducta social que inducen a la vocalización.
Por primera vez, afirma la Dra. Marisa López-Teijón, hemos logrado comunicarnos con el feto. A partir de las 16 semanas ya es capaz de responder a estímulos musicales. Podemos decir que el aprendizaje empieza en el útero.
Esta es la principal conclusión del estudio realizado por el equipo de Institut Marquès, que ha contado con la colaboración del prof. Alberto Prats, catedrático de Anatomía y Embriología Humana de la Facultad de Medicina de la Universidad de Barcelona.
El trabajo, titulado «Fetal facial expression in response to intravaginal music emission» (Expresión facial fetal en respuesta a la emisión de música vía vaginal), se publica esta semana en la revista Ultrasound de la British Medical Ultrasound Society (BMUS).
Según la Dra. Marisa López-Teijón, Jefa de Reproducción Asistida de Institut Marquès y principal investigadora y autora del ensayo clínico «Hemos descubierto que la fórmula para que los fetos oigan como nosotros es emitir música desde la vagina de la madre. El sonido que les llega por el abdomen de su madre casi no lo oyen: los tejidos blandos del abdomen y del interior del cuerpo de la madre absorben las ondas sonoras».
Método y resultados
Las embarazadas a quienes se aplicó música por vía vaginal, se colocaron un dispositivo diseñado específicamente para el estudio, capaz de emitir a una intensidad media de 54 decibelios, el equivalente a una conversación en tono bajo o música ambiental. La música elegida fue la Partia in A Minor for Flute Alone – BWV 1013 de Johan Sebastian Bach.
El equipo de investigadores comparó por ecografía la reacción de los fetos y los resultados fueron estadísticamente significativos. Aplicando música vaginal, el 87% de los fetos movieron la boca o la lengua y cerca del 50% de los fetos reaccionó con un movimiento muy llamativo, abriendo muchísimo la mandíbula y sacando la lengua al máximo, afirma el Dr. Alex García Faura, director científico de Institut Marquès y co-autor del artículo. Aplicando música emitida desde el abdomen o vibraciones sonoras, estos cambios en las expresiones de los fetos no se observaron.
¿A qué se debe esta respuesta del feto?
Según el prof. Alberto Prats, catedrático de Anatomía y Embriología Fetal de la Facultad de Medicina de la Universidad de Barcelona, creemos que la música induce una respuesta de movimientos de vocalización porque activa circuitos cerebrales de estimulación del lenguaje y de la comunicación.
Según esta hipótesis, una vez completada la formación del oído interno, cuando al feto le llega a través de la cóclea un estímulo auditivo que incluye ritmo o melodía, se activan centros muy primitivos del tronco del encéfalo en el área relacionada con la conducta social que inducen a la vocalización.
Por primera vez, afirma la Dra. Marisa López-Teijón, hemos logrado comunicarnos con el feto. A partir de las 16 semanas ya es capaz de responder a estímulos musicales. Podemos decir que el aprendizaje empieza en el útero.
Esta es la principal conclusión del estudio realizado por el equipo de Institut Marquès, que ha contado con la colaboración del prof. Alberto Prats, catedrático de Anatomía y Embriología Humana de la Facultad de Medicina de la Universidad de Barcelona.
El trabajo, titulado «Fetal facial expression in response to intravaginal music emission» (Expresión facial fetal en respuesta a la emisión de música vía vaginal), se publica esta semana en la revista Ultrasound de la British Medical Ultrasound Society (BMUS).
Según la Dra. Marisa López-Teijón, Jefa de Reproducción Asistida de Institut Marquès y principal investigadora y autora del ensayo clínico «Hemos descubierto que la fórmula para que los fetos oigan como nosotros es emitir música desde la vagina de la madre. El sonido que les llega por el abdomen de su madre casi no lo oyen: los tejidos blandos del abdomen y del interior del cuerpo de la madre absorben las ondas sonoras».
Método y resultados
Las embarazadas a quienes se aplicó música por vía vaginal, se colocaron un dispositivo diseñado específicamente para el estudio, capaz de emitir a una intensidad media de 54 decibelios, el equivalente a una conversación en tono bajo o música ambiental. La música elegida fue la Partia in A Minor for Flute Alone – BWV 1013 de Johan Sebastian Bach.
El equipo de investigadores comparó por ecografía la reacción de los fetos y los resultados fueron estadísticamente significativos. Aplicando música vaginal, el 87% de los fetos movieron la boca o la lengua y cerca del 50% de los fetos reaccionó con un movimiento muy llamativo, abriendo muchísimo la mandíbula y sacando la lengua al máximo, afirma el Dr. Alex García Faura, director científico de Institut Marquès y co-autor del artículo. Aplicando música emitida desde el abdomen o vibraciones sonoras, estos cambios en las expresiones de los fetos no se observaron.
¿A qué se debe esta respuesta del feto?
Según el prof. Alberto Prats, catedrático de Anatomía y Embriología Fetal de la Facultad de Medicina de la Universidad de Barcelona, creemos que la música induce una respuesta de movimientos de vocalización porque activa circuitos cerebrales de estimulación del lenguaje y de la comunicación.
Según esta hipótesis, una vez completada la formación del oído interno, cuando al feto le llega a través de la cóclea un estímulo auditivo que incluye ritmo o melodía, se activan centros muy primitivos del tronco del encéfalo en el área relacionada con la conducta social que inducen a la vocalización.
Por primera vez, afirma la Dra. Marisa López-Teijón, hemos logrado comunicarnos con el feto. A partir de las 16 semanas ya es capaz de responder a estímulos musicales. Podemos decir que el aprendizaje empieza en el útero.