El Tribunal Supremo de EE UU sentenció ayer que los genes humanos no pueden ser patentados, con el argumento de que son productos de la naturaleza, en una decisión con implicaciones directas sobre la investigación médica. 

Esta decisión del máximo tribunal estadounidense implica la retirada de las patentes defendidas por la compañía Myriad Genetics de dos genes conocidos como BRCA1 y BRCA2, asociados con una mayor probabilidad de heredar el cáncer de mama o de ovario. 

Pese al fallo en contra, adoptado de manera unánime, los magistrados dejaron abierta la puerta a las patentes en el caso de una versión «sintética» de los genes porque esos sí serían una invención realizada por el hombre.

Mientras tanto  la empresa The March of Dimes se dijo «encantada» con la decisión unánime de la Corte Suprema en el caso de la Association of Molecular Pathology contra Myriad Genetics, al determinar «que la mera identificación de un gen o una mutación es insuficiente para calificar para una patente», declaró la Dra. Jennifer Howse, presidenta de March of Dimes.

«Esta decisión permitirá que la investigación avance sin obstáculos en algunos de los temas más cruciales y controvertidos de la medicina, como la causa de los nacimientos prematuros, que afecta a uno de cada nueve bebés nacidos en Estados Unidos. La predisposición genética desempeña casi con certeza un papel clave en algunos casos de los nacimientos prematuros; a medida que aprendamos más e identifiquemos los genes potencialmente implicados en este proceso, podemos confiar en que la investigación avanzará, sin obstáculos de reclamos de violación de patentes».

«Esta decisión es una victoria para los pacientes y para la investigación», enfatizó.

The March of Dimes, que suscribió uno de los informes amicus curiae en este caso, aplaude a la Justicia por su decisión sensata y reflexiva. «Esta decisión sienta las bases para un sistema de otorgamiento de patentes por la innovación y la invención genuinas en genética, y protege el progreso de la capacidad de investigación sobre genes», enfatizó la directora de The March Dimes.

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