La democracia es un valor en el que los jóvenes de hoy no creen, sean de cualquier parte del mundo, tanto si viven en países con democracia consolidada como en emergentes, reconoce la Organización de la Naciones Unidas al conmemorarse este 15 de septiembre el Día Internacional de la Democracia.
En este año, cuando el tema es “Participación de la juventud en la democracia”, el Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, hizo un llamado a los jóvenes del mundo, la generación más numerosa de la historia, “para que enfrenten desafíos y piensen qué pueden hacer para resolverlos. Para que tomen el control de su destino y traduzcan sus sueños en un futuro mejor para todos”.
Esto es porque un estudio tras otro pone de manifiesto la falta de confianza de los jóvenes en la política, tal y como la entendemos hoy día, y la disminución de su participación en elecciones, partidos políticos y organizaciones sociales tradicionales en todo el mundo.
Las personas con edades comprendidas entre los 15 y los 25 años constituyen un quinto de la población mundial. En muchos países en desarrollo, el porcentaje es incluso mayor. La mayoría de los jóvenes viven en países de bajos y medianos ingresos.
De manera simultánea –prosigue el comunicado de la ONU sobre la conmemoración-, aumentan los movimientos juveniles informales a favor del cambio democrático en muchos países, entre ellos Estados frágiles. A través de nuevos canales de comunicación en las redes sociales, los jóvenes dejan su impronta en la construcción de la democracia por vías no tradicionales.
La democracia es un valor universal basado en la voluntad libremente expresada de los pueblos de determinar su propio sistema político, económico, social y cultural, y en su participación plena en todos los aspectos de su vida.
Si bien las democracias comparten características comunes, no existe un modelo único de democracia.
La fecha la estableció la Asamblea General de la ONU en su resolución A/62/7, del año 2007, mediante la cual busca alentar a los gobiernos a fortalecer los programas nacionales dedicados a promover y consolidar la democracia.
El tema de este año se centra en los retos y oportunidades que conlleva una mayor implicación de los jóvenes en los procesos democráticos.
Un mundo más turbulento
Bank i-moon en su discurso apuntó que este año “el mundo parece más turbulento que nunca”, porque “en muchas regiones, y de muchas maneras, se están poniendo a prueba y desafiando los valores de las Naciones Unidas, incluidos algunos de los principales derechos y libertades fundamentales consagrados en la Carta de las Naciones Unidas”.
Agregó que “los brotes recientes de violencia corroboran un hecho que hemos presenciado una y otra vez: que cuando las sociedades no son inclusivas, y cuando los gobiernos no son responsables y receptivos, la paz, la igualdad y la prosperidad compartida no pueden prosperar. Debemos hacer más para empoderar a las personas, sobre todo a las miles de millones de personas desfavorecidas, marginadas, desempleadas, desesperadas y comprensiblemente frustradas. Debemos asegurar que sean escuchadas y puedan participar activamente en su futuro”.
Dirigiéndose “a quienes estarán al frente del mundo después de 2015”, mencionó que la transición de la juventud a la edad adulta nunca afrontó tantas dificultades, “pero nunca tuvo tantas oportunidades”: “Tienen la facultad de relacionarse de una forma que habría sido inimaginable cuando se fundaron las Naciones Unidas hace casi 70 años. Se conectan para tratar cuestiones importantes. Injusticia. Discriminación. Violaciones de derechos humanos. El discurso del odio. La necesidad de la solidaridad humana”.