Mediante el uso de información satelital y modelos climáticos, científicos han predicho que en décadas futuras habrá condiciones más áridas, que probablemente causarán un incremento en los incendios a través de los Estados Unidos. Otros hallazgos sobre incendios forestales en EUA, incluyen la cantidad de emisiones de carbón y como se espera que la duración e intensidad de las temporadas de incendios cambie debido a las futuras condiciones climáticas, fueron presentadas el martes en la convención anual de la Unión Geofísica Estadunidense en San Francisco.

Doug Morton, del Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA, en Greenbelt, Maryland, EUA, presentó el nuevo análisis de la futura actividad incendiaria en los Estados Unidos. El análisis se basó en las actuales tendencias incendiarias y las emisiones de gas invernadero pronosticadas.

“Los modelos climáticos prevén un incremento en el riesgo de incendio a través de los Estados Unidos, para el 2050, basándonos en una tendencia de condiciones más áridas que favorecen la actividad incendiaria y un incremento en la frecuencia de eventos extremos,” dijo Morton.

El análisis hecho por Morton y sus colegas usó previsiones climáticas, preparados por el Quinto Reporte Evaluador del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático de las Naciones Unidas, para examinar las predicciones relativas a los cambios en la aridez y, por lo tanto, la actividad incendiaria.

Los investigadores calcularon resultados para escenarios con pocas y muchas emisiones de gas invernadero. En ambos casos, los resultados sugieren que las temporadas de incendios serán de mayor duración e intensidad en todas las regiones de los Estados Unidos en los siguientes treinta a cincuenta años. Específicamente, la tendencia es que se presenten años de incendios intensos como este 2012 por cada década, des dos a cuatro veces por década para mediados del siglo, en lugar de una vez por década, como sucede con las condiciones climáticas actuales.

Durante Agosto de este año, el área calcinada en los Estados Unidos alcanzó 2.5 millones de hectáreas, de acuerdo con una base de datos de emisiones incendiarias que incorpora estimaciones sobre el área calcinada, producida gracias a las observaciones hechas por los instrumentos para captación de imágenes espectro radiométricas de resolución moderada, pertenecientes a los satélites Aqua y Terra de la NASA. Sin embargo esta cantidad se queda corta frente al récord de 3.2 millones de hectáreas calcinadas en 2011, pero excede el área calcinada durante 12 de los 15 años desde que comenzó el registro en 1997. Este y otros registros satelitales, además de modelos climáticos y de emisiones más refinados, permiten que los científicos brinden nueva información sobre las tendencias incendiarias.

“Los incendios son un fenómeno inherentemente global, y la única vía práctica para llevar un registro de patrones a gran escala y cambios en la actividad forestal es con satélites,” dijo Louis Giglio, de la Universidad de Maryland en College Park y Goddard.

A la vez que en los Estados Unidos el área calcinada por los incendios cada año ha incrementado significativamente en los últimos 25 años, también las emisiones. Las emisiones de dióxido de carbono causadas por los incendios forestales en el oeste de los Estados Unidos han incrementado en más del doble desde la década de los 80’s, de acuerdo con Chris Williams de la Universidad de Clark en Worcester, Massachusetts, Estados Unidos.

La vista satelital permitió que Williams y sus colegas cuantificaran cuanto carbón ha sido liberado por incendios en el oeste de los EUA. El equipo usó información sobre la extensión de los incendios y su severidad, brindada por satélites Landsat, para calcular que tanta biomasa fue calcinada y matada, y que tan rápido el carbono asociado fue liberado a la atmósfera. El equipo encontró que las emisiones de carbono producidas por los incendios han crecido de un promedio de ocho teragramos (8.8 millones de toneladas) por año en 1984 hasta 1995, a un promedio de 20 teragramos (22 millones de toneladas) por año de 1996 a 2008, incrementando 2.4 veces en el segundo periodo.

“Con las predicciones de cambio climático en la región, estas tendencias probablemente continuaran mientras el oeste de los EUA se va volviendo, en promedio, más cálido y árido,” apuntó Williams. “Si esto llegase a pasar, podemos anticipar un incremento en la severidad de los incendios y un área calcinada anual aún mayor, causando a su vez un mayor incremento en la liberación de dióxido de carbono.”

Los investigadores esperan que los Estados Unidos sean más secos y propensos a los incendios forestales en las siguientes décadas. Investigaciones previas confirmaron la relación entre la cantidad de evaporación potencial de un ecosistema o aridez, y la actividad incendiaria.

Desde una perspectiva de manejo de incendios y emisiones, los incendios forestales no son la totalidad de los incendios en los EUA, de acuerdo con la investigación de Hsiao-Wen de la Universidad de California en Irvine. La información satelital muestra que los incendios agrícolas y controlados son un factor significativo que representa el 70 por ciento del número total de incendios activos en la porción continental de los EUA. Los incendios agrícolas han incrementado un 30 por ciento en la última década.

A diferencia de los incendios forestales, los fuegos agrícolas y controlados se ven menos afectados por el clima, especialmente por la sequía, durante la temporada de incendios.

“Esto significa que hay un mayor potencial para manejar las emisiones de incendios, incluso en un futuro con climas más áridos y con más incendios forestales. Necesitamos análisis de tipo coste-beneficio para determinar si una reducción en los incendios agrícolas –que beneficiaría la salud pública- tendría un impacto significativo en las cosechas en otros servicios,” dijo Lin.

Incendios forestales

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