Los niveles de mercurio en el océano han aumentado más de tres veces en algunas regiones como resultado de las actividades humanas, según un nuevo artículo publicado en la revista Nature.
El mercurio es un metal tóxico en pequeñas cantidades que se acumula en organismos acuáticos. Sus emisiones al ambiente han aumentado de forma significativa como resultado de actividades como la minería y la quema de combustibles fósiles.
Las estimaciones de la cantidad de mercurio que ha llegado al océano como resultado de las perturbaciones antropogénicas son inexactas porque se calculan en gran medida con modelos de estudio, debido a la falta de cifras históricas apropiadas.
El nuevo estudio realizado por investigadores estadounidenses el Instituto Oceanográfico Woods Hole presenta una estimación de la cantidad total de mercurio antropogénico en los océanos del mundo con base en observaciones.
Los investigadores informan de las mediciones oceanográficas del total de mercurio disuelto y parámetros relacionados a partir de varias expediciones recientes a los océanos Atlántico, Pacífico, Indico, Antártico y Ártico.
Los investigadores concluyeron que las perturbaciones humanas en el ciclo mundial del mercurio han conducido a un incremento de 150 por ciento de la cantidad de mercurio en las aguas termoclinas.
Además, los hallazgos muestran que ha aumentado a más del triple el contenido de mercurio en las aguas superficiales desde el comienzo de la Revolución Industrial y que cerca de las dos terceras partes del mercurio se ubican en aguas a menos de 1.000 metros de profundidad.
De acuerdo con los investigadores, esta información puede ayudarnos a entender mejor los procesos y profundidades en los que el mercurio inorgánico se convierte en mercurio metílico tóxico y en que posteriormente se incorpora en las cadenas alimentarias marinas.