Tras décadas de investigaciones para desvelar patrones estacionales en las tormentas de polvo marcianas a partir de imágenes que mostraban ese polvo, el patrón más claro parece haber sido captado midiendo la temperatura de la atmósfera del Planeta Rojo.
Durante seis años marcianos recientes, los registros de temperaturas de los orbitadores de Marte de la NASA han revelado un patrón de tres tipos de tormentas de polvo regionales grandes produciéndose una detrás de otra en las mismas épocas cada año, durante la primavera y el verano del hemisferio sur. Cada año marciano dura unos dos años terrestres.
«Cuando nos fijamos en la estructura de las temperaturas en lugar del polvo visible, observamos finalmente alguna regularidad en las grandes tormentas de polvo», dijo David Kass, del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA, en Pasadena, California. «El reconocer un patrón en la ocurrencia de tormentas de polvo regionales es un paso hacia comprender las propiedades atmosféricas fundamentales que los controlan», dijo. «Todavía tenemos mucho que aprender, pero esto nos ofrece un valioso comienzo».
El polvo levantado por los vientos marcianos está relacionado directamente con la temperatura atmosférica: el polvo absorbe la luz solar, así que el Sol calienta el aire polvoriento más que el aire limpio. En algunos casos, la diferencia entre el aire con polvo y el limpio puede ser importante, de más de 35 ºC. Este calentamiento también afecta a la distribución global de los vientos, que puede producir un desplazamiento hacia abajo que calienta el aire fuera de las regiones calentadas por el polvo. Por lo tanto, las observaciones de la temperatura captan tanto los efectos directos como los indirectos de las tormentas de polvo en la atmósfera.
La mejora de la capacidad de predicción de grandes tormentas de polvo a gran escala posiblemente peligrosas en Marte supone beneficios en cuestión de seguridad para la planificación de misiones robóticas y humanas a la superficie del planeta. Además, mediante el reconocimiento de patrones y categorías de tormentas de polvo, los investigadores avanzan hacia la compresión de cómo los episodios locales estacionales afectan al clima global en un típico año marciano.