Para aquellos sobrevivientes de un ataque cardiaco, es común tomar analgésicos, sin embargo un reciente estudio publicado en el journal Circulation, indica que esto incrementa a largo plazo el riesgo de sufrir un segundo infarto.

Los analgésicos, conocidos como drogas antinflamatorias no esteroideas, como el naproxeno, diclofenaco y el ibuprofeno, así como el Celebrex y rofecoxib, se utilizan para tratar diversas condiciones, como la artritis, dolores musculares, de cabeza, crónicos, etcétera.

“Es necesario mantener al tanto a las clínicas de que tomar estos medicamentos a largo plazo puede ser dañino para la salud”, explicó Anne-Marie Schjerning Olsen, líder del estudio y miembro del departamento de cardiología en el Hospital Gentofte de la Copenhagen University.

Schjerning Olsen y sus colegas demostraron este preocupante hecho mediante un estudio detallado de los registros de hospitales y farmacias en Dinamarca, en el que identificaron a casi 100,000 personas de 30 años en adelante, las cuales habían sufrido un primer infarto entre 1997 y 2009, para ver si habían recibido una prescripción de analgésicos.

Observaron que 40 por ciento seguía con analgésicos y que con el paso del tiempo su salud fue deteriorándose y los riesgos de muerte aumentaron, 59 por ciento después del primer año del infarto y 63 por ciento después de cinco años. Esto se debe a un efecto, aún poco claro de los analgésicos, el debilitamiento del tejido cardiaco.

Es común que después de un infarto los pacientes queden expuestos a otro ataque durante el primer año, pero el riesgo se disipa después de cinco a diez años. Gracias al estudio se descubrió que tomarlos de forma regular es contraproducente para estos pacientes, sin importar la edad, género y el año en que ocurrió el ataque.

Las investigaciones demostraron que los tratamientos con analgésicos están directamente asociados a riesgos cardiovasculares. Y uno de los hallazgos alarmantes fue que el diclofenaco está disponible en algunos países sin ningún tipo de advertencia sobre los potenciales efectos secundarios y comprometimiento coronario que persiste a durante el tiempo que dure el tratamiento. Asimismo, es preocupante que el diclofenaco está asociado a un riesgo mayor para el corazón que el rofecoxib, el cual fue retirado del mercado en el 2004 debido a su perfil de riesgo.

Las recomendaciones ante estos resultados son mantener dosis bajas y por poco tiempo para los pacientes con debilidad cardiaca para mantenerlos seguros.

 

Referencias:

 

Anne-Marie Schjerning Olsen, Emil L. Fosbøl, Jesper Lindhardsen, Fredrik Folke, Mette Charlot, Christian Selmer, Jonas Bjerring Olesen, Morten Lamberts, Martin H. Ruwald, Lars Køber, Peter R. Hansen, Christian Torp-Pedersen, and Gunnar H. Gislason. “Long-term cardiovascular risk of NSAID use according to time passed after first-time myocardial infarction: a nationwide cohort study” (2012). Circulation.

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