El Biólogo Alan Roy Jiménez Gutiérrez, estudiante de la Unidad Iztapalapa de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), desarrolló información inédita sobre 17 especies de mamíferos silvestres de la zona lacustre de Xochimilco.

Sus observaciones, realizadas como parte de su trabajo de tesis de maestría, han permitido incrementar el acervo sobre este lugar, el cual ahora forma parte de la Colección de Mamíferos de la Unidad Iztapalapa.

El egresado de la Licenciatura en Biología de la Unidad Xochimilco y maestrante de biología por la Unidad Iztapalapa explicó que la zona lacustre de Xochimilco es una de las regiones que más aporta agua al acuífero de la ciudad de México, siendo éste el principal servicio ambiental de la región que obtienen los habitantes de la ciudad, pero no el único, ya que también hay generación de oxígeno y captación de dióxido de carbono, entre otros.

Abundó que como parte de estos servicios ambientales se encuentran diversas especies de mamíferos, entre ellas, al menos cuatro especies de murciélagos que por su consumo de insectos logran un gran control de plagas y permiten un buen desarrollo de los cultivos que hay en las chinampas.

Conocerlos, aseguró, forma parte del trabajo de tesis de posgrado –dirigido por los doctores Noé González Ruíz y José Ramírez Pulido, y que cuenta con el apoyo de la doctora Alondra Castro Campillo, del Departamento de Biología– que desde hace dos años llevan a cabo en la zona lacustre y que está dirigido a identificar las especies de mamíferos silvestres del lugar debido a que prácticamente no hay información, “no se sabe casi nada sobre ellas”. 

Hasta el momento, dijo, se han registrado 17 especies comprobadas porque se han colectado y observado. Los roedores y los múrcielas conforman la mayoría, ya que en conjunto  suman 11 especies y son los más abundantes.

También destacan el conejo silvestre (Sylvilagus floridanus), las comadrejas (Mustela frenata), los cacomiztles (Bassariscus astutus), dos especies de ardillas terrestres (Otosphermophilus variegatus e Ictidomys mexicanus) que son diferentes a las arborícolas, así como tlacuaches (Didelphis virginiana).

El trabajo de observación y análisis de la forma como está estructurada esta cadena trófica es importante, pues si se pierde el hábitat se afecta a gran cantidad de especies.

Jiménez Gutiérrez consideró que hace falta más trabajo interdisciplinario para lograr un mejor desarrollo y aprovechamiento de los servicios ambientales de la zona y establecer la posibilidad de aprovechar algunas de estas especies, debido a su importancia para la biodiversidad del centro del país.

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