Con más de 750.000 residuos orbitando peligrosamente nuestro planeta, urge coordinar la toma de medidas a nivel internacional para garantizar la sostenibilidad a largo plazo de los vuelos espaciales. Esta ha sido la principal conclusión de la mayor conferencia sobre basura espacial celebrada hasta la fecha en Europa.
“Necesitamos una solución coordinada y global para algo que, al fin y al cabo, es un problema mundial que afecta a satélites clave que nos brindan servicios a todos”, afirmó Brigitte Zypries, Ministra Federal de Economía y Energía de Alemania, durante la rueda de prensa que tuvo lugar el último de la conferencia, celebrada en Darmstadt.
El director general de la ESA, Jan Woerner, apeló a las partes interesadas a mantener el entorno orbital de la Tierra lo más limpio posible. Para lograrlo, será fundamental desarrollar e implementar el programa Conocimiento del Medio Espacial (SSA) de la ESA tal y como se decidió en el último consejo ministerial de 2016.
Además, la ministra declaró: “Para poder poner en marcha servicios innovadores para los ciudadanos y seguir desarrollando actividades espaciales en el futuro, debemos cooperar ya para garantizar unos vuelos económicamente vitales. Debemos apoyar el sueño de la exploración en el futuro”.
El llamamiento a la acción internacional se produjo el último día de la Conferencia Europea sobre Basura Espacial, que reunió a más de 350 participantes procedentes del ámbito de las ciencias, las instituciones académicas, la industria y las agencias espaciales de todo el mundo en el centro de control de misiones de la ESA, sede de la Oficina de Desechos Espaciales y el programa SSA.
Los resultados de la semana de reuniones se presentaron a los medios ante la ministra Zypries, que también es la coordinadora aeroespacial alemana, y ante el director general Woerner por parte de gerentes de la ESA y representantes de las agencias espaciales nacionales de Italia, Alemania y Reino Unido, así como el Comité de Investigaciones Espaciales y la Academia Internacional de Astronáutica.
Se mostraron los últimos resultados de la investigación sobre desechos, especialmente la retirada de satélites y etapas de cohetes obsoletos, así como los desafíos aún inciertos que plantean las megaconstelaciones de satélites que se plantean los operadores comerciales.
“Tan solo el 60% de los satélites que, en virtud de las directrices actuales, deberían eliminarse al final de sus misiones se gestionan correctamente en la práctica”, apuntó Holger Krag, director de la Oficina de Desechos Espaciales de la ESA.
Los investigadores también subrayaron la necesidad acuciante de sacar de órbita los satélites fuera de servicio, antes que se desintegren y generen aún más residuos.
Como explicó el doctor Krag: “Esto implica desarrollar urgentemente medios para eliminar correctamente estos desechos, a un ritmo de retirada de órbita de unos diez grandes satélites por año, comenzando cuanto antes, ya que de retrasarnos la eficacia sería mucho menor”.
Desde 1957, más de 5.250 lanzamientos han llevado a una población de más de 23.000 objetos de desecho detectados en órbita. Tan solo existen unos 1.200 satélites en funcionamiento, el resto son basura y no tienen finalidad alguna.
Muchos de los satélites abandonados han explotado o se han desintegrado, generando unos 750.000 fragmentos de más de 1 cm y unos 166 millones de menos de 1 mm de diámetro.
“En órbita, estos objetos presentan unas velocidades relativas tremendas, mayores que las producidas al disparar una bala, y pueden dañar o destruir infraestructuras espaciales en funcionamiento, como satélites de telecomunicaciones, meteorología, navegación, retransmisión o vigilancia climática de importancia vital”, explicó el doctor Krag.
Lanzado en 2009, el programa SSA desarrolla software, tecnologías y sistemas precursores para probar una red de vigilancia totalmente europea que garantice la independencia de los datos sobre infraestructuras espaciales.
Además, la Agencia está desarrollando nuevas tecnologías dentro de la iniciativa Espacio Limpio, que promete una reducción significativa en la generación de contaminación espacial en todas las fases de las actividades espaciales.
Como apuntó el doctor Krag: “La basura espacial amenaza a todos los satélites en funcionamiento, incluyendo los satélites europeos Sentinel y la constelación Galileo, y la pérdida de cualquier infraestructura espacial afectaría gravemente a la sociedad moderna”.
“Una y otra vez se ha demostrado que el uso sostenible del espacio está en peligro y es evidente que la situación actual ya no resulta aceptable. Tenemos que empezar cuanto antes a eliminar los satélites fuera de servicio”.