Los adolescentes mexicanos que tienen una identidad lésbico, gay, bisexual o transexual (LGBT) viven enfrentando el prejuicio, la discriminación y la violencia en diferentes ámbitos de forma cotidiana, esta situación deteriora su salud mental y los tiene en un mayor riesgo de suicidio, advierten los investigadores Luis Ortiz Hernández y Reyna Guadalupe Valencia, profesores de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).

Un estudio realizado por los académicos en 2009 con una muestra de nueve mil adolescentes –estudiantes de bachillerato de todo el país– comparó la frecuencia de ideación e intento de suicidio entre adolescentes heterosexuales y LGBT y el análisis reveló que los jóvenes LGBT tienen una salud mental precaria en comparación con los jóvenes heterosexuales.

Asimismo, que la ideación suicida es mayor entre los LGBT –62 por ciento versus 45.9 por ciento de los heterosexuales– y que el intento de suicidio es de 31.5 por ciento entre los jóvenes LGBT y de 15.6 entre heterosexuales.

Los estudios de los expertos del Departamento de Atención a la Salud de la Unidad Xochimilco de la UAM indican haber encontrado más síntomas de depresión y un consumo de alcohol más frecuente en la población LGBT.

La investigación –publicada en la revista Cadernos de Saúde Pública de Brasil– observa que la escuela es uno de los espacios más importantes de crecimiento personal para los adolescentes y resulta ser el lugar donde los adolescentes LGBT tienen más probabilidad de ser víctimas de violencia.

Al respecto la investigación refiere que la violencia verbal para los jóvenes LGBT en los centros escolares es de 40 por ciento y de los heterosexuales de 26.2 por ciento; en el caso de la violencia extrema, ésta es tres veces mayor para los jóvenes LGBT –30.1 por ciento contra 9.4 por ciento–.

La violencia homofóbica se vive también en las familias, el estudio cita que la violencia verbal y física en casa fue referida por los jóvenes LGBT con más frecuencia –56.9 por ciento frente a la revelada por los heterosexuales que fue de 44.2 por ciento–.

Estos hallazgos, en opinión de los especialistas, muestran que los avances legales para erradicar la homofobia son aún insuficientes en el país y las situaciones extremas a las que la población LGBT es sometida producen deterioro en su salud mental y comprometen su vida.

Los académicos se pronuncian porque el acoso y la violencia escolar que afecta de manera desproporcionada a los adolescentes LGBT sean reconocidos y se instrumenten los programas pertinentes para detenerlos.

Desde su punto de vista es necesario que las autoridades consideren las desigualdades surgidas por la orientación sexual y se incorpore de forma explícita el combate de la homofobia como parte de la política de prevención de acoso escolar.

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